Las pruebas de vuelo de la versión del Su-25 Grach, diseñada para abrir paso al ataque de otros aviones, terminarán en mayo de este año, informó el diario ruso Izvestia remitiéndose a sus fuentes en el mando de la Fuerza Aérea nacional. Al término de estas pruebas se tomará la decisión de fabricar la aeronave en serie.
El nuevo avión recibió un sistema capaz de determinar la dirección de radiación de los radares enemigos y clasificar el tipo de fuente. Gracias a este sistema de lucha radio-electrónica, el piloto podrá saber a la radiación de qué tipo de radar está sometida su aeronave: de rastreo y seguimiento o de puntería. Una vez clasificada la fuente de radiación, el avión podrá generar interferencia activa y pasiva.
Además el avión lleva un sistema de detección de radiación de láser o infrarroja y sistemas para contrarrestar los misiles, incluyendo la colocación de una 'cortina térmica' a varias distancias. A juzgar por los datos, se trata de la patente de una munición especial (expedida en Rusia en 2006), cuya activación a distancia programada genera una espuma protectora que obstaculiza el funcionamiento de los medios de puntería y las municiones guiadas del posible adversario.
La activación de distintas interferencias es absolutamente automatizada. En la nueva versión del Su-25 está instalado en el ordenador de a bordo que analiza los datos que se recibe desde diversos sensores.
El nuevo avión será capaz de cumplir sus misiones independientemente y actuar formando parte de un grupo de aviones de ataque y bombarderos convencionales.
Fuente RT
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