Para muchas personas hay algo más allá de lo científico. La vida —y la muerte— se componen de otros elementos difíciles de explicar. Lo mundano, según el ángulo de tus creencias y convicciones religiosas, es lo real. Pero ¿y las maldiciones y los hechizos? ¿A qué mundo pertenecen? Según algunos, una maldición es la responsable de que 6 presidentes estadounidenses hayan fallecido trágicamente. Parecen cosas del ayer más remoto. Aspectos de un pasado con atavismos místicos, esotéricos y oscuros, pero el tema sigue vigente. Si no, ¿por qué una aerolínea indemnizó a una tribu amazónica que maldijo un avión? Tal vez suceda lo mismo con la maldición judía Pulsa Denura.
Recientemente el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue víctima de un conjuro: el gobernador Liborio Guarulla, del estado Amazonas, un férreo opositor a su régimen, en un acto de protesta público le lanzó la maldición de Dabukurí, con dotes chamánicos de su etnia, el pueblo indígena kurripako. Aunque no parezca relevante, las maldiciones han dado de qué hablar en el mundo de la política. Sin embargo, hay una que genera más pánico que otras. Se trata de la maldición judía Pulsa Denura, la cual ha recaído sobre líderes mundiales con nefastos resultados.
La maldición judía Pulsa Denura extrae su nombre de una frase que proviene del arameo y significa “látigos de fuego”. No se encuentra contemplada en ningún libro sagrado de la religión judaica. Su origen es apócrifo, aunque se señala que este ritual puede tener conexión con la Cábala. Básicamente consiste en una plegaria directa a Dios para que elimine a una persona altamente peligrosa y perjudicial para el pueblo y que no puede ser detenida por medios convencionales. Se ejecuta mediante plegarias y rezos, cuyo objetivo es aniquilar, por medio de entidades celestiales, a enemigos que han denigrado o han representado peligro para el pueblo judío. En teoría, se utiliza solamente como último recurso, cuando todas las posibilidades de justicia humana han fallado.
El ritual debe ser realizado por diez minyán —quórum mínimo para rituales según el judaísmo— o veinte hombres mayores de 40 años vestidos de negro (quien preside la ceremonia debe ir de color blanco), con barbas, casados, con hijos, libres de pecados y con profundos conocimientos de las Escrituras. Asimismo estos hombres deben estar dispuestos a morir, ya que si los ángeles castigadores valoran que la víctima no tiene faltas, este rito se volverá contra aquellos que lo iniciaron.
Antes de la ceremonia los convocantes deben ayunar tres días y darse un baño ritual llamado mikve. A continuación los presentes deben apagar velas negras, luego soplar un cuerno de carnero —el sofar, el mismo instrumento que Abraham utilizó en el sacrificio de Isaac—, con el cual se convoca a los ángeles. Todo el ritual es recitado en lengua aramea y se lleva a cabo a medianoche sobre la tumba de un mártir judío, que es el primer espíritu intercesor.
El texto cantado para este sortilegio proviene de el Zohar (texto cabalístico que consiste en una colección de comentarios sobre la Torah). Mediante él se invoca a un ángel sin nombre que se sienta al lado de Satanás y que es el encargado de ejecutar la maldición. Otras fuentes señalan que es la invocación del ángel protector de la persona sobre la cual caerá la maldición y también de otros ángeles de la destrucción. Además debe invocarse el nombre y apellido de la madre del afectado, ya que en la creencia judaica es ella quien enlaza al objetivo con la sangre del pueblo judío.
Expertos de la Universidad de Florida han establecido que, pese a la antigüedad de algunos rituales hebreos, el surgimiento de la Pulsa Denura puede rastrearse a una etapa posterior a la creación del Estado de Israel, cuando la secta antisionista Neturei Karta la empleó para protestar sobre la profanación de algunas tumbas. Luego fue empleada por grupos sionistas de ultraderecha, quienes trastocaron el sentido de la maldición al lanzarla contra autoridades que han hecho alguna concesión al pueblo palestino o atentado de alguna forma con su ideología político-religiosa.
En 1995, rabinos y cabalistas organizados por el rabí y escritor Yosef Dayan llevaron a cabo en el Cementerio de Rosh Piná esta ceremonia en contra del primer ministro israelí de aquel entonces y también Premio Nobel de la Paz, Isaac Rabin, acusado de ceder parte de la “Tierra Prometida” a los palestinos, según los acuerdos de Oslo. A sólo un mes de proferida la maldición a Rabin, fue asesinado a tiros en Tel Aviv ante una multitud de personas luego de dar un discurso. Su asesino, el fanático Yigal Amir, cumple cadena perpetua en la cárcel de esa misma ciudad.
Según The Jerusalem Report un fragmento del Pulsa Denura proferido contra Isaac Rabin tenía las siguientes palabras: “A Isaac Rabin le queda poco tiempo, los ángeles ya tienen sus órdenes. Rabin incita contra el judaísmo. Y sobre él, Isaac, el hijo de Rosa y conocido como Rabin, tenemos permiso para demandar de los ángeles de la destrucción que usen la espada contra este malvado hombre, que lo maten por entregar la tierra de Israel a nuestros enemigos, los hijos de Ismael”.
Esta imprecación también fue lanzada al ex primer ministro Ariel Sharon, quien en 2005 señaló su intención de evacuar los asentamientos de Gaza. Sharon entró en coma después de sufrir una embolia cerebral a seis meses de ser maldecido con la Pulsa Denura. Falleció después de una larga agonía de más de ocho años. En 2006 también se utilizó en contra de Ehud Olmert, sucesor de Sharon y ex alcalde de Jerusalén, quien padece actualmente cáncer de próstata.
Pero la realidad es más prometedora. En varios casos la maldición no ha surtido efecto ni ha demostrado ser devastadora. Sadam Husein, mientras escribía su novela romántica en secreto, fue maldecido con la Pulsa Denura cuando en 1991 atacó la ciudad de Tel Aviv, durante la Guerra del Golfo. El dictador iraquí perdió la vida en otras circunstancias, mucho tiempo después, sin haber padecido los "látigos de fuego". También el fallecido papa Juan Pablo II fue víctima de esta maldición en el año 2000, al reafirmar su decisión de reconocer los derechos del pueblo palestino. El Sumo Pontífice tampoco sufrió ningún suplicio.
Ariel Sharon fue la otra víctima del Pulsa Denura. Este agonizó después de tener una embolia. La maldición habría sido lanzada seis meses antes de su muerte. |
El cementerio de Rosh Piná, ubicado al norte de Israel, es el lugar predilecto para realizar este ritual. Ahí se llevó a cabo la invocación contra Rabin y Sharon y es el punto donde la religión judía señala que aparecerá el Mesías. La tumba que se ha utilizado en ambas maldiciones es la de Shlomo Ben Yosef, un activista judío, el primero en ser ahorcado por los británicos en 1938, por disparar contra un autobús en el que viajaban árabes. Yosef es un mártir para el pueblo judío.
Algunos grupos en Israel señalan que emplear la Pulsa Denura es una incitación al delito, por lo que las personas que participen en este tipo de rituales deben ser castigadas con penas que dicte la ley hebrea, sobre todo porque la Torah prohíbe la magia negra. En fin, en todas las religiones se dan estos fenómenos: bendición y maldición tienen cabida. La Pulsa Denura está conectada con el poder de la palabra y, como toda creencia fundamentalista, quien domine las palabras, más si son de origen divino, puede dominar el mundo.
Vídeo de la ceremonia o ritual del Pulsa Denura o "Látigo de fuego" en arameo, contra Ariel Sharon (2005):
La maldición judía Pulsa Denura ha sido incluso grabada en vídeo, con el fundamento de que todo conjuro es efectivo cuando la víctima cree en él, por lo cual se infiere que el material audiovisual debe ser enseñado a quien se dirija esta imprecación. La difusión del ritual que supuestamente afectó a Ariel Sharón tuvo récord de audiencia en la televisión israelí.
Vídeo de la ceremonia o ritual del Pulsa Denura o "Látigo de fuego" en arameo, contra Ariel Sharon (2005):
Fuentes y referencias:
www.Culturacolectiva.com
Diario EL PAÍS
Programa Radial Milenio 3
Elperiodico.com
Elimpulso.com
www.nuevasion.com.ar
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Incluso el mundo del cine ha engrosado parte de la diatriba y ha mitificado el tema. Los fanáticos de lo maligno y lo sobrenatural han hecho de un clásico del cine de terror un campo de especulaciones y seudocreencias que trascienden la obra más allá de lo fílmico.
En la película "The Golem" (2018) de Ariel Cohen, nombra al ritual del Pulsa Denura como la única salvación para liberarlos de un poderoso demonio.
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