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martes, 24 de septiembre de 2024

La corporación Google censura la pobreza en los Estados Unidos

  Un artículo que publiqué este mismo día fue censurado por la corporación Google, que maneja los contenidos del Internet comercial, pero no por normas comunitarias como ellos dicen, sino por la política interna de los Estados Unidos. 

 Ellos censuran en una platafoma que se consideraba un nicho de expresión libre como era la aplicación blogger. Si vas a publicar sobre pobres excluidos y asesinados socialmente, entonces fallarás en el intento, pues ellos lo consideran explícito y lo advierten a otros que quieran verlo.

 Al parecer con la excusa de las "normas comunitarias" que prohiben contenido sensible, Google se excusa y censura contenido documentado que desnuda una realidad cada vez más cruda y vil de una sociedad decadente, como lo es la sociedad americana. Su censura consiste en poner un cartel de advertencia a los lectores, cuando lo único que se muestran son personas en situación de calle. Verdaderos crucificados de esta vida.

Como todos sabemos, esa sociedad enferma a la que pertenecen es víctima de una élite de sociópatas que deja a la "buena de Dios" la suerte de cientos de miles de hermanos "muertos en vida" por la exclución social, la pobreza y la drogadicción.

 Esa misma élite demuestra ser contraria a las buenas costumbres y la moral, pues ha dejado en evidencia su rechazo y su rivalidad contra Dios. Todo el tiempo atacan sus dogmas de Fe, inclusive están infiltrados en lo más alto de las esferas del poder esclesiástico. Y no solo en la iglesia católica.

 Ellos rechazan al Dios de los pobres, al buen Dios que quiere que todos conectemos con Él, pero que necesita de nuestras buenas obras. Ellos (la élite), no tienen buenas obras, pues como dice la palabra:

 43 »No hay árbol bueno que pueda dar fruto malo, ni árbol malo que pueda dar fruto bueno. 44 Cada árbol se conoce por su fruto: no se cosechan higos de los espinos, ni se recogen uvas de las zarzas. Lucas 6 (43-44)

Esto se aplica cada día más patente, en la élite de poderosos y sus títeres de toda ideología política, con la agenda 2030 (apoyada por el falso pastor Francisco), los socialistas, los libertarios y todos los que ponen su energía en la confrontación.

 Pero para no desviarnos del tema, el flagelo de la droga en los Estados Unidos, -el artículo que publiqué toca puntualmente en L.A.- deja cada día más víctimas inocentes tiradas en las calles.

 Estos seres humanos que se ven en un vídeo censurado por Google, son "zombies" que están literalmente muertos en vida, en zonas donde tiempo atrás, el glamour y el sueño americano eran una regla social. Había una dirigencia más comprometida al bienestar social, pero ese compromiso nunca fue de la elite satánica que los maneja a su antojo.

 Hoy en día, las reglas parecen censurar la pobreza y la miseria, resultados de un sistema que excupe y excluye personas todos los días.

 Tal vez, denunciando a quienes tapan esta realidad, tengamos plena conciencia de que todo esto que aterroriza a la mayoría de los seres humanos, es obra de unos pocos que detestan a esa mayoría que es víctima. Hoy en día, unos pocos tienen poder sobre muchos.

 ¿Los victimarios? Ricos y poderosos. Verdaderos adoradores de Satanás, que acumulan cada vez más riquezas en desmedro de un 99% de humanos que viven esclavos de sus caprichos. 

Uno de los barrios de Los Angeles con mayor cantidad de pobreza e indigencia es "Skid Row", donde la problemática de la droga es todo un flagelo.

 En conclución, no se puede tapar el sol con la mano. La censura para este tipo de temas parece ser algo sin sentido, pues nunca se mostraron los rostros de las personas, ni menores de edad. Lo que si se llega a apreciar son seres humanos excluidos por una sociedad materialista y sin límites.

 Algún día debemos abrir los ojos y debemos decidir de que lado estamos. O somos parte del pueblo del Dios Vivo (somos parte de Dios-Alá), o somos esclavos obedientes de una elite luciferina que divide y aniquila con la marca de la bestia.

 Ellos nos han dividido y muchos les obedecen, pero son muchos más los que le rechazan en su corazón. Al final, absolutamente todos verán como sus malas obras saldrán a la luz en el día del juicio, en el gran día del Señor.