domingo, 3 de junio de 2012

El premio Nobel de la paz 2009 dirige una guerra desde el salón ovalo.

Los tecnócratas al comando de los drones

 Barack Obama dirige personalmente la mas reciente de las guerras norteamericanas, una que no ha sido declarada y se libra en los territorios de Yemen, Somalía y Paquistán. No combaten en ella soldados estadounidenses de carne y hueso, su lugar lo ocupan unos pájaros metálicos con licencia para matar llamados drones. Son los Predator y Reaper, fabricados por General Atomics en California, y van armados con misiles Hellfire, producidos por Lockheed Martin en Alabama.

El representante de los tecnocratas
 y los plutocratas,  Obama,
 había sido galardonado en el 2009
con el premio Nobel por su
 labor "conciliadora" y por "la paz".
Los ataques norteamericanos con aviones no tripulados por un ser humano se han multiplicado en los meses de abril y mayo, confirmando el entusiasmo creciente de Obama por esta forma de combate, la primera verdaderamente propia del siglo XXI. Es un combate sin cuartel, en el que bando más poderoso no arriesga a su gente, remplazada por letales robots teledirigidos.

Objetivo de esos ataques son supuestos dirigentes y militantes de Al Qaeda y grupos yihadistas asociados. Se trata de exterminarlos físicamente antes de que actúen, así que la guerra de los drones de Obama combina el carácter “preventivo” de las aventuras bélicas de George W. Bush con el derecho que siempre se ha otorgado Israel a efectuar ejecuciones extrajudiciales en cualquier parte del mundo.

Esta semana, Jo Becker y Scott Shane han publicado en The New York Times una extraordinaria información que detalla cómo Obama autoriza en persona quiénes serán los blancos de las acciones de los drones en Yemen, Somalia y Paquistán. Eso ocurre en unas reuniones del equipo antiterrorista de la Casa Blanca que se celebran semanalmente en la sala de crisis (Situation Room). En ellas se le presenta al presidente la lista de los condenados a muerte (Kill List) que han sido localizados, y éste, tras estudiarla caso por caso, da o no su luz verde.

Drone norteamericano en vuelo y al
acecho.

 Diseñados originalmente para el espionaje, la vigilancia y el reconocimiento, los drones comenzaron a ser usados masivamente por Estados Unidos para identificar y matar objetivos humanos tras el 11-S (las guerras yugoslavas les habían servido de prueba). Los Predator y sus sucesores, los aún más mortíferos Reaper, fueron ganando protagonismo en las guerras de Afganistán e Irak y en las operaciones contra Al Qaeda en Yemen y Somalia. A partir de 2008 comenzaron a actuar también en Paquistán.

 Los drones vienen a costar unos 13 millones de dólares por unidad y, según Becker y Shane, “se han convertido en un símbolo provocativo del poder de Estados Unidos”. El Pentágono cuenta con unos 19.000 para tareas de espionaje o de combate, pero la CIA también dispone de su propia flota. De hecho, es este servicio de espionaje, cada vez más convertido en una organización paramilitar, el que conduce la actual guerra secreta de Obama.

Fuente cuba debate.

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