¿Para que nos sirve la OEA?
La Organización de Estados
Americanos (OEA) creada en mayo de 1948, con el objetivo de ser un foro
político para el diálogo multilateral, integración y de ayuda mutua en caso de así necesitarlo, en
realidad no lo fue, pocas veces o nunca
se han cumplido tales fines, al contrario, la OEA fue y es un mecanismo en el
cual, el país mas poderoso del planeta, ejerce y ejerció hasta ahora un poder
de dominio y de prepotencia que somete a nuestras frágiles democracias a sus
crudos e interesados dictámenes.
Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América |
Desde el ALBA (Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América) han denunciado que estos mecanismo de “integración”
son en realidad mecanismos de dominio por parte de los más poderosos: EE.UU. y
la colonia imperial británica, Canadá, para así ejercerlo según sus intereses
capitalistas, por ello estos países del ALBA (1) ya han anunciado su separación
o la consensuada desintegración de la OEA, por otro organismo más justo y que
acapare las necesidades de nuestra región y no los intereses de algunos en
desgracia de muchos otros.
Fidel Castro Ruz |
América Latina debe sugerirse apartarse de
este foro americano que no ha servido mas que para atentar contra las
instituciones democráticas de la región, además, la heroica República de Cuba,
no merece el aislamiento salvaje con la cual la han privado obscenamente de
desarrollarse económicamente mientras esta bloqueada por los buques del imperio
norteamericano ¡DESDE HACE MÁS DE 50 AÑOS!
La Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) no
consensúa todavía materialmente su salida de la OEA, aunque la fundación de la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) es una respuesta
directa a las pretensiones hegemónicas de los EE.UU. sobre el continente. El
apoyo masivo de toda la región al reclamo justo de la República Argentina por
la soberanía de las Islas Malvinas, que actualmente están bajo la tutela del
Reino Unido de la Gran Bretaña, fue un hecho simbólico que demostró el
desplante del imperialismo anglosajón por el consenso de todo el sub-continente
a nuestra causa nacional.
EE.UU. mantiene sus garras en nuestras
espaldas.
El águila imperial no cede en sobrevolar la
región y encontrar la forma de querer dominarnos, ya sea vía negocios turbios,
vía militarización, vía corrupción, etc. El famoso “Plan Colombia” tiene como
objetivo la lucha armada y económica contra grupos insurgentes como las FARC,
que no es otra cosa que un ejército de liberalización de su país. Dicho “plan”
no es otra cosa que el intercambio injusto y ladino, por parte del imperio y de
un país jaqueado por el narcotráfico: Colombia. Este último recibe miles de
millones de dólares en armamentos e inversiones a cambio de su eterna fidelidad y sumisión con respecto a sus viles
decisiones. Desde hace muchos años la hermana República de Colombia, con
gobiernos cipayos y esclavos a las decisiones imperiales, han entregado
paulatinamente su patrimonio a dichos intereses hegemónicos, copiados a los de
una colonia africana del siglo XIX. Con esto no quiero decir que el gobierno de
Colombia sea una piedra en el zapato de la CELAC o el ALBA, pero si debería
definirse mejor en una época en la cual latino américa a dado un giro
estratégico, viéndose el país caribeño en contramano del pos del bien del resto
de los países soberanos.
Caricatura del golpe de estado a Zelaya, ex-presidente depuesto en armas por los militares hondureños. |
En definitiva, la OEA es en los papeles solo
eso, una formalidad de papeles y promesas que han quedado en el olvido de los
que han tenido que padecerla. Sin ir mas lejos, en la Organización de Estados
Americanos se han tejido conspiraciones contra gobiernos, se han demolido
democracias, se han alentado contra-revoluciones, golpes de estado y negociados
mezquinos en favor de los que no han dudado en afilar la punta del látigo para
lacerar a este continente escondido y
hermoso. Tenemos las armas para cambiar nuestro destino en favor de nuestros
intereses, ahora y siempre y de una vez por todas.
Tengo el palpito que en muy poco tiempo la
victoria será nuestra y el imperio atónito la observará impotente. Tenemos
todavía una deuda impostergable y es la de superar nuestras diferencias, que
son fáciles de saldar por nuestra cercanía física y cultural; el hambre y la
extrema pobreza en nuestro continente también son decisivas para lograr una
estabilidad duradera en la América del Sur.
(1) Estados miembros: Antigua y Barbuda,
Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y Granadinas,
Venezuela, Haití (observador), Irán (observador), Siria (observador), Suriname
(invitado especial), Santa Lucía (invitado especial).
Del autor del gorgojo critico.
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