miércoles, 30 de enero de 2013

La historia oculta y oscura de Máxima Zorreguieta que la casa real holandesa no quiso publicar.

 La biografía "Máxima, una historia real", de los periodistas Soledad Ferrari y Gonzalo Álvarez Guerrero, se reedita ampliada y toma vuelo a propósito del anuncio de la reina Beatriz de Holanda, que abdicó en favor de su hijo Guillermo, lo que convertirá a Máxima Zorreguieta en la primera reina argentina en la historia, a partir de abril.

 Publicado originalmente en 2008, el libro traza un perfil íntimo de la princesa de los Países Bajos, princesa de Orange Nassau y señora de Van Amsberg nacida en el seno de una acomodada familia porteña hace 41 años.

 Tan exhaustiva fue la investigación que incluso fueron amenazados por las huestes reales para que no se publicara la historia de "Máxima, la persona más popular en la Casa Real holandesa, incluso más que la reina", como señala Soledad Ferrari.

 Aún así, los autores siguieron adelante y en marzo reeditarán una versión ampliada, donde revelan datos sobre las vinculaciones de la familia Zorreguieta con personajes de la historia reciente más oscura del país.

 "La Casa Real mandó a investigarla y se encargó de limpiar todo lo posible, salvo la historia del padre que era inocultable, y dejarla inmaculada. Es mucho más interesante que una princesa rubia y sonriente", cuenta la autora también de "Las Blaquier".

 Ante el hecho de que su padre, Jorge Zorreguieta, fue funcionario de la última dictadura militar y previo a la oficialización del romance, la Casa Real le encomendó al historiador Michiel Baud un informe sobre los antecedentes y el contexto en el que ejerció sus funciones y que se publicó por el Fondo de Cultura Económica.

 Sin embargo, estas vinculaciones no son las únicas del entorno de la futura reina consorte. La reedición revela, por ejemplo, que la estancia que Máxima compró en Pipilcurá (Bariloche) es manejada por su tía, Marcela Cerruti, que vive en pareja con la ex nuera de Luciano Benjamín Menéndez, Claudia Méndez Casariego.

El dictador Jorge R. Videla con
el papá de Máxima, el ministro de
agricultura de ese gobierno defacto,
Jorge Zorreguieta.
 "Es una familia que no deja de desvincularse con la historia más negra de este país. Cuando Zorreguieta tenía una oficina de despachante de Aduana, su socio era Ofilio Cabanillas, sobrino de represor preso por robo de bebés. Son amigos, incluso de Blaquier, por más que ahora no quieren que los asocien", cuenta la autora,que sugiere roces familiares por cuestiones de dinero.

 "Ella creció con eso. Como mucha gente de su edad no supo hasta hace poco lo que pasó en esos años negros y, recién cuando saltó lo del padre, se reunió con Estela de Carlotto y ofreció su ayuda que quedó en la nada", opina Ferrari.

 El libro, editado por Sudamericana, indica que la futura reina de Holanda "no es la joven aristócrata y moderna, ni la jineta intrépida y aventurera, ni la economista brillante que nos cuenta la versión oficial", sino "una persona común y corriente".

Fuente: www.elintransigente.com

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