Publicado originalmente en
2008, el libro traza un perfil íntimo de la princesa de los Países Bajos,
princesa de Orange Nassau y señora de Van Amsberg nacida en el seno de una
acomodada familia porteña hace 41 años.
Tan exhaustiva fue la
investigación que incluso fueron amenazados por las huestes reales para que no
se publicara la historia de "Máxima, la persona más popular en la Casa
Real holandesa, incluso más que la reina", como señala Soledad Ferrari.
Aún así, los autores siguieron
adelante y en marzo reeditarán una versión ampliada, donde revelan datos sobre
las vinculaciones de la familia Zorreguieta con personajes de la historia
reciente más oscura del país.
"La Casa Real mandó a
investigarla y se encargó de limpiar todo lo posible, salvo la historia del
padre que era inocultable, y dejarla inmaculada. Es mucho más interesante que
una princesa rubia y sonriente", cuenta la autora también de "Las
Blaquier".
Ante el hecho de que su padre,
Jorge Zorreguieta, fue funcionario de la última dictadura militar y previo a la
oficialización del romance, la Casa Real le encomendó al historiador Michiel
Baud un informe sobre los antecedentes y el contexto en el que ejerció sus
funciones y que se publicó por el Fondo de Cultura Económica.
Sin embargo, estas
vinculaciones no son las únicas del entorno de la futura reina consorte. La
reedición revela, por ejemplo, que la estancia que Máxima compró en Pipilcurá
(Bariloche) es manejada por su tía, Marcela Cerruti, que vive en pareja con la
ex nuera de Luciano Benjamín Menéndez, Claudia Méndez Casariego.
El dictador Jorge R. Videla con el papá de Máxima, el ministro de agricultura de ese gobierno defacto, Jorge Zorreguieta. |
"Es una familia que no
deja de desvincularse con la historia más negra de este país. Cuando
Zorreguieta tenía una oficina de despachante de Aduana, su socio era Ofilio
Cabanillas, sobrino de represor preso por robo de bebés. Son amigos, incluso de
Blaquier, por más que ahora no quieren que los asocien", cuenta la
autora,que sugiere roces familiares por cuestiones de dinero.
"Ella creció con eso.
Como mucha gente de su edad no supo hasta hace poco lo que pasó en esos años
negros y, recién cuando saltó lo del padre, se reunió con Estela de Carlotto y
ofreció su ayuda que quedó en la nada", opina Ferrari.
El libro, editado por
Sudamericana, indica que la futura reina de Holanda "no es la joven
aristócrata y moderna, ni la jineta intrépida y aventurera, ni la economista
brillante que nos cuenta la versión oficial", sino "una persona común
y corriente".
Fuente: www.elintransigente.com
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