Las dos caras de la moneda: el humilde Pepe y los ostentosos y corruptos políticos argentinos.

 En contraposición a la imagen de los políticos argentinos, José "Pepe" Mujica, presidente electo de Uruguay, no tiene vergüenza de mostrarse humilde a pesar del cargo importante que ostenta en su país oriental.

Pepe con su escarabajo
  eligió dormir tranquilo.

 Mujica es muy querido en su país por su estilo de vida anti-materialista, pues se sabe que dona un 90% de su salario -unos 12.000 dólares- a organizaciones de ayuda social. También se sabe que vive a las afueras de Montevideo en una granja de su esposa y que lejos de usar modelos de coches lujosos, él tiene un clásico Volkswagen escarabajo.

 Muy diferente es la imagen que dan los políticos argentinos en la región y en el mundo - y descaradamente hasta en su propio país - con sus mansiones y autos ultimo modelo - lujos que se lo proporciona el mismo "estado" de corrupción- sin mostrar el mas mínimo ejemplo de humildad. 

 Es común  también, en los políticos argentinos, que se muestren en sus lujosas casas de veraneo, hasta se dejan fotografiar en algunos bienes obtenidos con los oscuros negocios que se tejen alrededor de sus estudios jurídicos, comprando empresas, - con testaferros de por medio - y terrenos a precio de remate, vendiéndolos por jugosos dólares americanos, pero ese no es el mal ejemplo que nos da Pepe.

 Con materias pendientes como la lucha contra la pobreza estructural, la marginación social y el narcotráfico, los cada vez más numerosos asentamientos precarios del Gran Buenos Aires y del interior del país, - llamados en Argentina "villas miserias" -, son verdaderos caldos de cultivo para el desarrollo de enfermedades y trastornos sociales que degeneran en una mayor vulnerabilidad par estos desdichados habitantes. Dichos asentamientos descansan en los alrededores urbanos, muchos de estos en la rivera de los ríos bonaerenses y por supuesto, dentro de las mismas ciudades argentinas.

 El político argentino también es un verdadero juglar a la hora de las elecciones nacionales, apela al buen humor y al asado barrial con los vecinos, son una raza que también parece inalcanzable, porque logran muchos objetivos personales en sus cuentas corrientes, lamentablemente lo logran con la plata de nuestros impuestos, pero ellos ya saben que representan a un pueblo sumiso y que tarde o temprano se hundirá cada día mas en la estrepitosa inflación que desgarra los bolsillos de los trabajadores.  

 La afamada clase política argentina es cada día más rica y  no contenta con eso, quiere tener aún más: hasta una re -re elección si fuera posible. 

La clase política argentina:
entre las más corruptas
a nivel mundial.

 En conclusión, en la Argentina de lo imposible, todo es posible y más que pobreza material hay una extrema pobreza moral y de valores que sumado a la historia del robo de nunca acabar de todos sus gobiernos, acaban con un país que falto de ejemplos como el de Pepe Mujica, corre el riesgo de una ruptura social e institucional insalvable. No nos vendría mal que tan solo un presidente o algún político de la oposición, estuviera mucho más cerca del ejemplo que muestra el mandatario oriental.

 Argentina, - que es una palabra que significa plata -, es un  país donde el pan de cada día es la ignorancia y el plan social para hacer votantes-clientes de algunos partidos o posiciones en franca decadencia.

 A mi juicio, lo único que podemos esperar en el futuro, son frustraciones a nivel local e internacional para el país, sin un oficialismo honesto - que utiliza a la política para solamente perpetuarse en el poder -, porque en definitiva las reglas del juego son que todos participen en la democracia con la máxima pluralidad posible, pero dada la falta de una oposición seria, de transparencia y honestidad en la gestión, - desde hace años -, los próximos años que estén por venir en la Argentina, podrían ser catastróficos para la paz social de ese país.

Del autor del blog.