El imperio yanqui contra el mundo: ¿Se viene la tercer guerra mundial?

 EE.UU. no reconocerá a Nicolás Maduro hasta que se realice el recuento de votos.

 El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, insistió hoy en que "debe haber un recuento" de votos en Venezuela, y advirtió de que su país tendrá "preguntas serias" si determina que hubo irregularidades en las elecciones del domingo en al que se eligió a Nicolás Maduro.

 El Gobierno estadounidense aún no decidió si reconocerá o no a Nicolás Maduro como presidente electo, según indicó Kerry, quien se pronunció por primera vez sobre las elecciones venezolanas en una audiencia en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

"Debe haber un recuento", aseguró Kerry y advirtió además de que, si Estados Unidos comprueba que hubo "enormes irregularidades" en el proceso electoral, como denuncia la oposición, hará "preguntas serias al respecto".

 Por su parte, el líder de la oposición Henrique Capriles presentó ayer sus pruebas respecto a las más de 3.000 denuncias que recibió por fraude durante la jornada de votación del domingo. 

 En tanto, la crisis en Venezuela traspasó las fronteras del país y fue la propia presidenta Cristina Kirchner quien, durante un acto reaizado este martes, le pidió al gobierno de Barack Obama que reconozca el triunfo electoral de Maduro al considerar que las elecciones presidenciales de Venezuela se desarrollaron en el marco de un proceso "trasparente y limpio".

América Latina debería romper relaciones diplomáticas con EE.UU y alinearse con Rusia y China.

 Muchos especialistas y analistas políticos lo saben: la tercera y definitiva guerra mundial estaría por comenzar, es cuestión de tiempo y de que incomoden aún más las potencias del BRICS a la superpotencia del norte. Estos nuevos actores están destinados a emerger como potencias dominadoras absolutas tanto en el plano económico, como en el político y el militar.

 Lo cierto es que tanto EE.UU., como Rusia y China están moviendo su fuerzas por toda la región Asia-Pacifico. El año pasado los norteamericanos pidieron a su aliado, Australia, si les cedían una base naval para poder operar desde allí como punto estratégico a China, la respuesta fue un contundente no, dado que la propia República Popular de China habría desaconsejado a Canberra de que se abstuviese de prestarles un apoyo de ese tipo a Washington.

EE.UU. representa al viejo paradigma del capitalismo salvaje, individualista e inhumano:

 Ante la amenaza yanqui sobre toda América Latina, los países de la UNASUR deberían tomar decisiones en conjunto que expresen la actual coyuntura por la que pasa la región, las razones de la ruptura con yanquilandia son las siguientes: 

 EE.UU. no cede ni un centímetro ante el inhumano bloqueo a cuba que desde hace ya 50 años martiriza a todo un pueblo, a todo eso sumemos también que la superpotencia no reconocerá la legitima victoria de Nicolás Maduro como nuevo presidente de la República Bolivariana de Venezuela por considerar las "razones" del rival opositor al chavismo, que cito rápidamente el fraude (esto último ya habría sido advertido por Chávez)

 Consideremos ademas que el TIAR (Tratado Interamericano de Defensa Reciproca) ya fue desestimado por los distintos países de la región, por lo cual América Latina queda liberada de seguir la política que más le convenga favorable a sus intereses, y esa es justamente la de alinearse con los distintos actores que tienen un interesante protagonismo en la geopolítica mundial: Rusia, India y China.

 Y el punto destacado de porque habría que romper relaciones con Washington, es por la cacería de políticos que no le son favorables a sus intereses, utilizando diferentes mecanismos para eliminarlos y así deponer e imponer a sus gobiernos títeres como pretendía y aún pretende la Casa Blanca con Capriles en Caracas.