Todo lo que ocurre en la economía
mundial no es por azar sino por los intereses de 'ciertas fuerzas'.
Los partidarios de la 'teoría
de la conspiración' están seguros de que la situación de la economía mundial no
es casual sino un proceso que ha sido propiciado por los intereses de ciertos
grupos.
El sitio web ruso rbc.ru. aborda las siete teorías de la conspiración
más populares de la actualidad, todas basadas en los acontecimientos de los
últimos años.
1. Los titiriteros del mundo
Todo lo que ocurre en el mundo es
orquestado por una organización secreta cuyo principal instrumento de
influencia es el dólar. A lo largo de la historia ha habido recurrentes
intentos de establecer un orden mundial único, pero si en el pasado se trató de
hacerlo por medios violentos, los actuales dirigentes de esa organización se
dieron cuenta de es más fácil 'comprar'. Así, el matemático suizo James
Glattfelder contó el número de titiriteros que tiran de los hilos del mundo y
llegó a la conclusión de que son 147 corporaciones las que controlan más de la
mitad de los recursos mundiales. Los teóricos de la conspiración creen que hoy
en día varios clanes financieros regulan el dólar. Son los principales accionistas del Banco de
la Reserva Federal de Nueva York, el principal en la estructura de la Fed, los
Rockefeller, los Rothschild, los Morgan. Además, a la Fed se le acusa de
desencadenar crisis financieras y guerras mundiales.
2. El colapso petrolero
El
colapso de la Unión Soviética fue resultado de una operación de largo plazo de
la CIA y uno de sus puntos nodales fue la reducción de los precios mundiales
del petróleo. La disminución del costo del energético global privó a la URSS de
moneda convertible para comprar sus alimentos importados, recordemos que la
Unión Soviética era el mayor importador de granos. La reducción del flujo de petrodólares también le quitó al país los recursos para el Ejército
y la compra de "lealtad a la patria" en las repúblicas y países de
Europa del Este. Los partidarios de este plan antisoviético señalan que EE.UU.
también cortó a la URSS el acceso a las nuevas tecnologías, lo que obligó a su
enemigo ideológico a comprarlas a
precios inflados a través de terceros países.
3. Medicinas que matan
Por el
miedo a perder sus grandes beneficios, los fabricantes de medicamentos esconden
los tratamientos baratos y verdaderamente eficaces. Así, se cree que el SIDA es
una enfermedad 'comercial' y todos los tratamientos contra esta pandemia son un
modo de vender fármacos caros e ineficaces. La cura para el cáncer también ya
fue encontrada pero se oculta esmeradamente para seguir teniendo ganancias.
4.
Monopolio de energías no renovables
Las compañías petroleras por miedo a perder
su hegemonía mundial en el mercado energético obstaculizan el desarrollo de
energías alternativas. El petróleo es un recurso natural no renovable, pero su
consumo y precio aumentan cada año. Al mismo tiempo, las fuentes alternativas
de energía simplemente no pueden competir con el dominio del 'oro negro'. Según
esta teoría conspirativa, los proveedores mundiales de combustibles caros están
coludidos con este sistema que agota y contamina. Los partidarios de esta idea
ponen de ejemplo los intentos de congelar no sólo el desarrollo de vehículos
eléctricos, sino también la producción de electricidad procedente de fuentes
renovables.
5. Señores de las armas
Los traficantes de armas están activamente
involucrados en el estallido de guerras con el fin de tener una constante
demanda de sus artículos. El comercio de armas deja montones de dinero. Según
el informe del Stockholm International Peace Research Institute, las ventas de
las empresas armamentísticas crecieron incluso durante la crisis del 2008. El
líder en el mercado mundial de armas es Estados Unidos. Teóricos de la
conspiración señalan que fueron la I y II Guerra Mundial las que convirtieron
al dólar en la principal moneda de
reserva, y ahora para mantener este status quo, EE.UU. de vez en cuando tiene
que echar leña al fuego de los conflictos internacionales.
6. Sociedad de
consumo
Con el fin de maximizar sus propios beneficios, se producen artículos
de mala calidad y de corta duración e introducen en el mercado productos
transgénicos, que algunos defensores de las teorías de la conspiración
consideran un tipo de 'armas biológicas'. Ingredientes químicos se usan
activamente en las marcas multinacionales como Coca-Cola, Pepsi Co, Nestlé,
Mars, Uncle Bens, Cadbury. En el caso de la telefonía móvil, antes los
dispositivos eran más sólidos y duraderos, ahora quedan descontinuados casi
inmediatamente después del período de garantía para ser sustituidos por modelos
'más inteligentes'.
7. Cibercírculo vicioso
Los fabricantes de hardware
estimulan con sus dispositivos la utilización masiva de software caro, y los
creadores de aplicaciones antivirus, lanzan sus propios virus en la red para
provocar la demanda de sus productos. Es un círculo vicioso de la sociedad de
la información, donde los ordenadores se van sustituyendo por otros más poderosos y actuales para
nuevos y así mantener una continua demanda de estos dispositivos y sus
aplicaciones.
Fuente RT
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