viernes, 14 de septiembre de 2012

La indignación musulmana se propaga por la región: la película que denigra a Mahoma genera protestas ahora en Líbano y Omán.

 Una película de contenido blasfema para los musulmanes ha provocando ataques contra misiones diplomáticas estadounidenses en varios países árabes. A los disturbios desatados en Egipto y que se han propagado hasta Libia, Túnez, Yemen, Irán, ahora también se ha sumado Líbano y Omán, entre otros.



  Varios cientos de personas se manifestaron en la ciudad libanesa de Trípoli, y quemaron una bandera de EE.UU mientras coreaban "Dios es grande" e izaban pancartas y banderas negras con el lema "No hay más Dios que Dios y Mahoma es su profeta". Algunos manifestantes pedían la expulsión del embajador norteamericano en el Líbano.


 Además, en la ciudad de Mascate, en Omán, se desarrolla otra manifestación frente a la embajada norteamericana, mientras en Yemen también han prendido los ánimos antiamericanas en protestas que ya han dejado 4 muertos y 34 heridos. Asimsimo, en Teherán cerca de 500 personas se manifestaron frente al edificio de la embajada de Suiza, que representa los intereses estadounidenses en Irán.


 Los disturbios en la región estallaron este martes, cuando miles de personas se manifestaron ante la embajada estadounidense en El Cairo -frente la que se registran actualmente nuevos disturbios ya por el cuatro día consecutivo- para denunciar una película que consideran insultante en dirección a Mahoma. Pocas horas después, un grupo de islamistas armados atacó el consulado de EE. UU. en la ciudad libia de Bengasi, lo que costó la vida al embajador de EE.UU. y a otros tres funcionarios. Según Libia, determinados grupos pro-sharia estarían detrás de  la violencia.


 El miércoles la ira musulmana se propagó a la Autoridad Palestina, Túnez, Marruecos, Bangladés y Sudán.


 No obstante, analistas políticos consideran que el caos desatado por la película no se agudizará mucho más en forma de disturbios espontáneos por Oriente Medio. “Es de esperar que haya disturbios incontrolados de gente que se siente herida en su sensibilidad religiosa, y eso se suma al antiamericanismo en la región por la política neocolonial de EE.UU. en toda la zona, pero dado que no es una cosa controlada sino bastante espontánea de la población, suponemos que se acabará pronto”, conjetura el analista político y arabista Antonio Romea.

Fuente RT

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