Varios cientos de personas se manifestaron en la ciudad libanesa de Trípoli, y quemaron una bandera de EE.UU mientras coreaban "Dios es grande" e izaban pancartas y banderas negras con el lema "No hay más Dios que Dios y Mahoma es su profeta". Algunos manifestantes pedían la expulsión del embajador norteamericano en el Líbano.
Además, en la ciudad de Mascate, en Omán, se desarrolla otra manifestación
frente a la embajada norteamericana, mientras en Yemen también han prendido los
ánimos antiamericanas en protestas que ya han dejado 4 muertos y 34 heridos.
Asimsimo, en Teherán cerca de 500 personas se manifestaron frente al edificio
de la embajada de Suiza, que representa los intereses estadounidenses en Irán.
Los disturbios en la región estallaron este martes, cuando miles de personas se
manifestaron ante la embajada estadounidense en El Cairo -frente la que se
registran actualmente nuevos disturbios ya por el cuatro día consecutivo- para
denunciar una película que consideran insultante en dirección a Mahoma. Pocas
horas después, un grupo de islamistas armados atacó el consulado de EE. UU. en
la ciudad libia de Bengasi, lo que costó la vida al embajador de EE.UU. y a
otros tres funcionarios. Según Libia, determinados grupos pro-sharia estarían detrás
de la violencia.
El miércoles la ira
musulmana se propagó a la Autoridad Palestina, Túnez, Marruecos, Bangladés y
Sudán.
No obstante, analistas políticos consideran que el caos desatado por la
película no se agudizará mucho más en forma de disturbios espontáneos por
Oriente Medio. “Es de esperar que haya disturbios incontrolados de gente que se
siente herida en su sensibilidad religiosa, y eso se suma al antiamericanismo
en la región por la política neocolonial de EE.UU. en toda la zona, pero dado que
no es una cosa controlada sino bastante espontánea de la población, suponemos
que se acabará pronto”, conjetura el analista político y arabista Antonio
Romea.
Fuente RT
No hay comentarios:
Publicar un comentario