La intriga de una de las más tensas contiendas en la historia de EE.UU. parece llegar a su fin. El candidato demócrata aventaja a su rival republicano Mitt Romney. Romney ha felicitado a Obama por la victoria. "Somos una familia americana y nos levantamos y caemos juntos como una nación", con estas palabras ha felicitado el presidente reelecto a sus simpatizantes tras el triunfo en su sede electoral en Chicago. Obama ha aprovechado la ocasión para abordar el tema migratorio y destacó que EE.UU. debe ser un país abierto a los inmigrantes.
"Creo que podemos cumplir con las promesas de nuestros fundadores, con la idea de que si usted quiere trabajar de verdad, da igual quién sea y de dónde haya venido, si es negro o blanco, o hispano o asiático o un nativo de EE.UU., joven o viejo, rico o pobre, homosexual o heterosexual, puede realizarse aquí, en EE.UU., si quiere intentarlo", ha acentuado.
Con los votos contados en todos los estados menos Florida, Obama lidera con 303 votos frente a los 206 de Romney. Sin duda alguna, la actual contienda electoral en EE.UU. ha sido una de las presidenciales más vibrantes de la historia A lo largo del escrutinio, Barak Obama y Mitt Romney cosechaban prácticamente la misma cantidad de votos.
El estado clave de Ohio le aportó la victoria a Obama, dándole 18 votos, lo que le permitió al mandatario superar los 270 electores necesarios para ganar la Presidencia.
Barack Obama ganó también en tales estados clave como Pensilvania, Wisconsin, Iowa y Nuevo Hampshire lo que le casi garantizó la victoria, aunque el recuento de votos todavía está lejos de ser completo.
En el inicio de su carrera política Barack Obama fue una 'figura oculta'. En 2008 ninguno de los expertos pronosticaba su victoria entre los precandidatos demócratas. Al final, no solo se convirtió en presidente, sino también supo mantener su liderazgo, ocupando el puesto por segunda vez consecutiva. Se transformó en el segundo demócrata desde la Segunda Guerra Mundial en lograr la reelección, después de Bill Clinton (1993-2001).
Una política exterior de altibajos
En 2008 llegó al Gobierno con una lista de promesas electorales. Unas fueron cumplidas y otras no. Hace cuatro años prometió terminar con la presencia de las tropas de EE.UU. en Irak y lo hizo. Tiene previsto retirar los soldados estadounidenses de Afganistán para 2014. Consiguió concretar lo que no pudo hacer su antecesor, el republicano George W. Bush: Osama bin Laden está muerto.
La participación de EE.UU. en la 'Primavera Árabe' cuyos resultados todavía están para analizar, resultó ser considerable. Implementó una política de altibajos marcada por los bombardeos en Libia, el derrocamiento y el asesinato sangriento del líder, Muammar Gaddafi.
Los ataques con aviones estadounidenses no tripulados en Pakistán provocaron numerosas víctimas civiles y el empeoramiento de las relaciones con uno de los principales aliados de Washington en Asia.
El tramo final del primer período de Obama estuvo marcado por el empeoramiento de las relaciones con Irán hasta se trató de una posibilidad de un conflicto militar abierto. No obstante, la propuesta de Israel de bombardear Irán antes de elecciones fue rechazada por Obama, que presuntamente no quería arriesgar su carrera hacia la Casa Blanca.
"No se puede considerar a Rusia nuestro enemigo número uno"
El 44º presidente de EE.UU. hizo un intento de mejorar las relaciones con Rusia con un gesto simbólico. Así en 2009 comenzó una nueva etapa en las relaciones con Moscú, cuando el canciller ruso, Serguéi Lavrov, y su homóloga estadounidense, Hillary Clinton, apretaron el botón de 'Reinicio'.
En consecuencia se firmó un nuevo tratado START, por el cual Moscú y Washington se comprometieron a reducir su arsenal estratégico nuclear. Pero a pesar de ello, quedan muchos problemas por resolver, como por ejemplo el del despliegue del escudo antimisiles de la OTAN en Europa. Para las autoridades rusas, la postura de la Casa Blanca al respecto deja muchas páginas en blanco.
A diferencia de su rival, Mitt Romney, Barack Obama no considera a Moscú como el principal enemigo de su país "No se puede considerar a Rusia nuestro enemigo número uno. A menos que continúes atascando en un entramado mental de la Guerra Fría”, declaró Obama.
La cuestión latina
En el caso de América Latina, Obama prefirió cambiar la línea de su predecesor. Para algunos líderes de la región quienes siempre han mirado con recelo a los inquilinos del Despacho Oval, la presencia allí del actual dignatario podría ser "el mal menor".
La comunidad latina de EE.UU. también apostó en su tiempo por el candidato demócrata. Pero parece ser que las tan promocionadas reformas para los inmigrantes, entre ellas el 'Dream Act' no pasan de ser un sueño del que hoy en día algunos preferirían despertar.
El editor de la revista "Campaigns and Elections" Israel Navarra, explica algunas de las razones de la victoria de Barack Obama. “El 69% aproximadamente del voto hispano que decidió respaldar al presidente Obama por otros cuatro años tenía un poco más de apuesta, sobre todo por el proceso de continuidad y el modelo de propuestas del 2008, yo creo que Romney falló en ese sentido en posicionarse como una opción viable para poder generar ese cambio o expectativa que había generado el presidente en el 2008”, asegura Navarra.
Navarra resaltó además que el tema de la inmigración sí hace parte de las peticiones de los latinos, pero no es la prioridad “El voto hispano tenía dos o tres prioridades anteriores al tema de la migración, estoy hablando específicamente del caso de economía, empleo, posteriormente el acceso a la educación, y en cuarto lugar estaba el fenómeno de la migración”, aseguró el editor.
Fuente RT