Tras revelarse los datos sobre el espionaje de Washington contra Brasil y otros países de la región, las relaciones entre América Latina y EE.UU. han empeorado drásticamente, mientras que la influencia china en la región sigue intensificándose.
Las relaciones entre EE.UU. y América Latina nunca han sido fáciles, pero sus relaciones se enfriaron por completo después de la historia del espionaje norteamericano contra sus gobiernos. A principios de esta semana la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, criticó al Gobierno de EE.UU. por el hecho de que el país había llevado a cabo espionaje industrial y político en contra no solo de Brasil, sino también de otros países. El escándalo afectó a la compra de cazas estadounidenses por parte de Brasil.
El escándalo de espionaje ha sido un duro golpe contra las relaciones de Washington con la región, pero la tendencia de disminución de la importancia económica de EE.UU. en la región no es nueva. Hace doce años, alrededor del 55% de las importaciones de América Latina procedía de Estados Unidos. Durante el año pasado esta cifra se redujo a un tercio.
Mientras tanto, América Latina encuentra un panorama favorable para su intercambio, y ante todo económico, con la gran potencia asiática. Cada día sigue creciendo el desarrollo económico entre China y el continente latinoamericano. De acuerdo a un informe de El País, la influencia económica china pone en riesgo la "relación de privilegio" que América Latina mantiene con Estados Unidos.
Según un sondeo del Barómetro de las Américas, realizado por la Universidad de Vanderbilt, esta relación con el gigante asiático es vista con buenos ojos por los latinos. Así, el 68,2% de los ciudadanos de la región considera que dicha presencia en la economía es positiva, mientras que un porcentaje menor (62,2%) opina lo mismo de Estados Unidos. Incluso uno de cada cinco consultados cree que China ya es el país más influyente, por delante de Japón, la India y EE.UU.
A su vez, la presencia de China en la región va intensificándose. El comercio de China con América Latina creció de 15.000 millones en 2000 a alrededor de 200.000 millones durante el año pasado y los líderes chinos predicen que para el año 2017 esta cifra alcanzará los 400.000 millones de dólares. El 40% de las exportaciones mundiales de la agricultura latinoamericana van al país mandarín.
Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), las inversiones de China en Latinoamérica han superado los 8.000 millones de dólares en 2011, alcanzando el 13,7% del total. En 2011, China entró en el primer lugar como mercado de exportación para Brasil, Chile y Perú, y fue el segundo socio en términos de exportaciones para Argentina, Cuba, Uruguay, Colombia y Venezuela. Pekín lleva a cabo la construcción a gran escala en muchas ciudades de la región: crea redes de carreteras y vías férreas, mientras que Latinoamérica cuenta con todos los recursos naturales para los proyectos ambiciosos de China.
En los últimos cinco años, China ha financiado 50.000 millones de dólares para el desarrollo de proyectos para Venezuela. "Son las mejores condiciones de financiamiento que se consiguen en el mercado internacional", aseguró el presidente de la República, Nicolás Maduro, al referirse a los acuerdos con China. Estos recursos se han conseguido "en condiciones de financiamiento especiales para Venezuela", dijo el mandatario venezolano.
El experto en los países asiáticos y politólogo Alexéi Máslov afirma que lo que hace China son los intentos de ensanchar sus fronteras económicas. Pekín actúa con precaución, pero firmemente en la región latinoamericana. "Estos países no han sentido una dura agresión económica por parte de China. Pero, por otro lado, a estos países les faltan los ingenieros calificados para crear su industria y dinero en efectivo, crédito barato para la creación de las grandes obras de infraestructura. Por eso China es activa aquí", dice el experto.
Según Máslov, el ejemplo clásico de esta política de expansión es la construcción de un canal en Nicaragua, que debe duplicar el canal de Panamá "Este canal nunca resultará rentable, dado el bajo costo de pasar a través de él. En este caso, lo que es importante para China es difundir su influencia en todos los países del mundo, en lugar de resolver los problemas que afronta en Asia. Por otra parte, hay problemas que son imposibles de resolver en la actualidad, por eso China sigue adelante", dice Máslov.
No hay comentarios:
Publicar un comentario