El arzobispo Silvano María Tomasi, representante del Vaticano ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas denunció que por año "más de 100.000 cristianos son asesinados violentamente por alguna causa relacionada con su fe".
El representante de la Santa Sede ante la ONU denunció tanto "serias violaciones de la libertad de culto en general", como "ataques sistemáticos contra comunidades cristianas en particular", sobre todo en África, Asia y Oriente Medio. Otros miles de creyentes cristianos son víctimas de "desplazamiento forzado, destrucción de sus lugares de culto, violación y secuestro".
En este sentido, Tomasi mencionó el reciente caso del secuestro de los obispos Yohanna Ibrahim y Boulos Yaziji en la ciudad siria de Alepo. De hecho, desde el comienzo de la rebelión antigubernamental en Siria, se ha informado sobre numerosos ataques perpetrados contra la comunidad cristiana de ese país.
Asimismo, han aumentado las tensiones religiosas en Egipto desde el triunfo de la llamada 'primavera árabe'. El arzobispo exhortó a las Naciones Unidas a proteger los derechos religiosos, ya que la propia Organización ha reconocido que "la religión, la espiritualidad y la fe pueden contribuir a la promoción de la dignidad y el valor de la persona humana".
Esta misma cruda realidad se dio a conocer en un informe similar al del representante del Vaticano en la ONU y que data de principios de enero, cuando el sociólogo Massimo Introvigne, coordinador del Observatorio de la Libertad Religiosa en Italia, afirmó que "se estima que en el 2012 murieron por su fe 105 mil cristianos, es decir, un muerto cada 5 minutos".
El experto sostuvo que se trata de "proporciones espantosas", y recordó a los cristianos que actualmente sufren persecuciones en el mundo o que mueren a causa de su fe.
"Las zonas de riesgo son muchas, se pueden identificar básicamente tres principales: los países donde es fuerte la presencia del fundamentalismo islámico -Nigeria, Somalia, Mali, Pakistán y algunas regiones de Egipto-, los países donde aún hay regímenes totalitarios de impronta comunista, encabezados por Corea del Norte, y aquellos donde existen nacionalismos étnicos (...) como el estado de Orissa, en India", explicó.
“La intolerancia en Occidente”, se ejemplifica con el caso de Asia Bibi, que aún está encarcelada en Pakistán a causa de la injusta ley contra la blasfemia.
Las “ideologías” islámicas “obviamente, se sienten amenazadas por la voz de los cristianos y la voz de la Iglesia y, por lo tanto, sus grupos de presión están llevando a cabo campañas de intolerancia y discriminación”.
Aunque los asesinados son cristianos tanto evangélicos como católicos o coptos, los medios de “países católicos” se han referido a estos mártires como si fuesen sólo católicos, un “monopolio” de los mártires al que los medios de comunicación de países de mayoría católica están habituados y ni siquiera matizan, pero que no deja por ello de ser sorprendente y profesional y éticamente rechazable.
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