"En lugar del [explosivo hexógeno] RDX, en el cañón se utilizó una sustancia de mucha más densidad. Explotó a través de la activación de plasma por medio de una descarga especial. Debido a la alta densidad, la velocidad de detonación de explosivos también es más alta de lo convencional, y con el uso de plasma además de energía cinética el proyectil se ve influido por el pulso electromagnético", dijo al diario ruso 'Izvestia' una fuente del complejo militar-industrial.
Como herramienta experimental se utilizó una versión modernizada del sistema de artillería Koalitsia.
El Ministerio de Defensa de Rusia no procederá a adquirir el cañón hasta que sus capacidades queden demostradas.
"No hemos hecho pedidos. Pero si la industria [militar-industrial] lo ofrece, demuestra y prueba que es mucho más eficaz que lo que usamos ahora, entonces definitivamente consideraremos una opción de reemplazo. Hasta ahora no tenemos tales propuestas", explicó a 'Izvestia' un representante de la Dirección Principal de Misiles y Artillería del Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia.
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