Los ministros de Exteriores de los 29 países miembros de la OTAN celebraron el 70º aniversario de la alianza atlántica reunidos en Washington, en un mini Consejo del Atlántico Norte. Así lo dispuso el presidente Trump, quien no está precisamente satisfecho de sus aliados ya que la mayoría de ellos están demorando en reajustar sus gastos militares a lo que Washington les exige.
El encuentro de Washington se desarrolló bajo la presidencia del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a quien el Consejo del Atlántico Norte –el de verdad, el que reúne a los jefes de Estado y/o de gobierno– acaba de renovar su mandato por 2 años más, en reconocimiento por los servicios prestados a Estados Unidos.
La agenda de Stoltenberg en Washington se organizó de manera que no quedara duda alguna de quién da las órdenes en la alianza. El 2 de abril, el secretario general de la OTAN fue recibido por el presidente Donald Trump en la Casa Blanca. El 3 de abril se dirigió simultáneamente a las dos cámaras del Congreso estadounidense y fue recibido por el secretario de Estado Mike Pompeo. Y sólo entonces, después de haber recibido las últimas instrucciones, presidió Stoltenberg el encuentro de los ministros de Exteriores de la OTAN, el 4 de abril.
Por cierto, el Consejo del Atlántico Norte acaba de “aprobar” la nominación del general Tod Wolters, de la fuerza aérea estadounidense, como comandante supremo de las fuerzas de la OTAN en Europa para sustituir al general Curtis Scaparrotti, del Ejército de Estados Unidos.
Conforme a la «tradición» el comandante supremo de la OTAN en Europa siempre es, desde hace 70 años, un militar estadounidense nombrado por el presidente de Estados Unidos. Ese general es al mismo tiempo comandante del Mando de las fuerzas de Estados Unidos en Europa (EuCom), así que la OTAN es de hecho un eslabón en la cadena de mando que dirige el presidente de Estados Unidos.
Todavía no se sabe cuáles serán las «prioridades» del general Wolters pero seguramente no serán diferentes de las que tenía el general Scaparrotti, ante todo «garantizar los intereses de Estados Unidos y apoyar una Europa unida y en paz». Pero este último compromiso suena trágicamente grotesco cuando se conmemora el 20º aniversario de la guerra de la OTAN que, bajo las órdenes de Estados Unidos, destruyó la República Federal de Yugoslavia.
Según el general Scaparrotti, la prioridad del momento es reforzar e integrar las infraestructuras europeas para que las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN puedan posicionarse rápidamente contra «la agresión rusa». Bajo las órdenes de Estados Unidos, la OTAN prosigue así su rumbo, de guerra en guerra desde hace 70 años. Desde los tiempos de la guerra fría, en la época en que Estados Unidos mantenían a sus aliados bajo su predominio y utilizando a Europa como línea del frente en su confrontación nuclear con la Unión Soviética, hasta la actual situación de enfrentamiento con Rusia, situación que Estados Unidos ha provocado fundamentalmente con los mismos objetivos que antes. *
La cuestión Venezuela preocupa a los halcones del Pentágono.
El ala dura del Pentágono no escatimara recursos y esfuerzos para terminar con el actual gobierno chavista, aliado incondicional de Cuba y socio tanto de Rusia como de China, es que el interés de Washington por volver a poner un pie en Caracas no es menor, Trump ya ha dicho que evalúa "todas las opciones" para sacar del poder a Nicolás Maduro, mostrándose extremadamente duro con el régimen al decir que Maduro tiene los días contados y que todavía tiene tiempo para renunciar y deponer el poder, deslizando que ademas, Washington seria "benevolente" y no apresaría al líder bolivariano. Lo cierto es que Trump sigue convocando a la oposición al salón Oval, mostrando un interés primordial sobre Venezuela e insistiendo que no descarta una opción militar sobre el país caribeño, descartando de cuajo la opción "benevolente" de darle tiempo para escapar. Por ahora, tanto Washington como la oposición le piden al ejercito, en una clara intromisión e intento por destabilizar al régimen, que el ejercito tome el poder y haga asumir a Juan Guaidó en el Palacio de Miraflores.
Recientemente estuvo la esposa de Guaidó en la Casa Blanca, advirtiendo a Trump que el régimen de Maduro tendría decidido arrestar a su marido, que insiste en constituirse presidente interino de Venezuela, argumentando que es lo que corresponde por mandato de la constitución nacional. Mientras tanto el país sigue sumido en un verdadero desastre con cortes de luz, falta de agua, medicinas, escasez de alimentos y una hiper-inflación que no le da tregua a la ya debilitada economía del país.
Evidentemente, esto esta maquinado por los Estados Unidos y su patrocinio, -la oposición a Maduro-, a la cual apoya con vehemencia porque ve una clara influencia ideológica de Cuba, que recibe cientos de barriles de Petroleo por día. La guerra se ha vuelto contra la población venezolana, saboteado su sistema eléctrico, bloqueadolo económicamente, -sin que Caracas pueda hacer transacciones monetarias con la divisa norteamericana-, e impidiendo el intercambio comercial con muchas empresas de esa potencia y europeas. O sea, que los EE.UU. no solo tiene al aparato militar europeo bajo su puño, sino también a sus corporaciones y empresas que responden al lobby yanqui del complejo militar industrial, manejado por intereses privados ligados al poder de turno en Washington, que a su vez maneja la OTAN. En definitiva, todo el aparato militar, industrial y económico de occidente, esta bajo la tutela de todos los presidentes que van llegando a la Casa Blanca, desde Harry Truman en 1945 hasta Donald Trump en nuestros días.
La preocupación se va transformando en desesperación para Washington, a medida que Rusia aporta tropas a la causa bolivariana y China recursos.
Muy posiblemente, EE.UU. ha adquirido de sus agentes venezolanos, -algunos de ellos fueron colaboradores de Maduro que se han fugado del país-, cierta información sensible a sus intereses. En ella constatan que el chavismo estaría decidido, pase lo que pase con la oposición, ha perpetuarse en el poder como lo han hecho los Castro en Cuba a partir de 1959. Es mas, en el país caribeño habría milicianos y agentes cubanos asesorando y cuidando del propio Maduro, por temor a un atentado que podría ser perpetrado por agentes de la CIA y que pongan en serio peligro su vida. Sabiendo todo este riesgo a los intereses norteamericanos en territorio venezolano y avizorando el riesgo de propagarse a otros países sudamericanos, es que Trump esta decidido a ir por todo con el asunto de Venezuela, pero hay algo que el presidente norteamericano ignora o subestima: la determinación del régimen chavista y el apoyo de Rusia como su principal aliado y luego de China, complican la determinada y obstinada injerencia de Washington por sobre los intereses políticos del pueblo venezolano.
Rusia no tiene intereses en la causa bolivariana, pero Putin sabe que tiene un gran aliado en la región si apoya militar y económicamente a Maduro, estando muy próximo geográficamente a la capital de los Estados Unidos ¿Se podría volver a una situación similar a la de la crisis de los misiles con Cuba si Rusia trae armamento sofisticado a Sudamérica? Posiblemente la respuesta sea que si, pero si llegara a suceder algo como eso, habría que ver que consecuencias traería para la propia Venezuela. Nadie puede calcular que podría suceder, no solo al país caribeño, sino a toda la región, si Moscú instala una base militar con misiles de mediano y largo alcance, así como una base Naval como la del puerto de Tartus, como la que tiene Rusia en Siria, su aliado incondicional en el Medio Oriente.
Hasta ahora Estados Unidos se ha cargado a medio mundo anexionándose a toda Europa, buena parte de África, -que esta hiper endeuda con el Fondo Monetario-, especialmente con Washington; tiene de aliada a buena parte de Sudamérica que también está endeudada hasta la manija con los osorganismos de credito. Del otro lado del mundo, Trump le declaró la guerra a la OPEC, amenazando que va a sancionar a sus miembros por practicar un monopolio, a lo cual Arabia Saudita ya respondió que si EE.UU. adopta alguna sanción contra los intereses de Ríad, el reino arabe va a hacer derrumbar al dolar pasándose a otra divisa para hacer sus futuras transacciones, que hasta ahora hace con los famosos petrodolares. El ignoto y poco conciliador presidente norteamericano está decidido a no poner tope a su lista de países sancionados por la primera potencia mundial. Entre los países sancionados económicamente o en la mira de Washington están:
La República Islámica de Irán, Irak, Siria, Venezuela, Rusia, Sudan, Corea del Norte, Bielorrusia, Serbia (la ex-Yugoslavia), Birmania, Cuba, Zimbabwe, el Congo, Somalía, Libia, Costa de Marfil, Líbano, Ucrania, Yemen, entre otros. Y si la lista les parece corta, además Trump busca sancionar a aliados o países cercanos a Washington o por su importante intercambio comercial con ellos, como lo son Indonesia, Arabia Saudita, Turquía, México y China.
Divide y reinaras.
Hasta ahora Estados Unidos se ha cargado a medio mundo anexionándose a toda Europa, buena parte de África, -que esta hiper endeuda con el Fondo Monetario-, especialmente con Washington; tiene de aliada a buena parte de Sudamérica que también está endeudada hasta la manija con los osorganismos de credito. Del otro lado del mundo, Trump le declaró la guerra a la OPEC, amenazando que va a sancionar a sus miembros por practicar un monopolio, a lo cual Arabia Saudita ya respondió que si EE.UU. adopta alguna sanción contra los intereses de Ríad, el reino arabe va a hacer derrumbar al dolar pasándose a otra divisa para hacer sus futuras transacciones, que hasta ahora hace con los famosos petrodolares. El ignoto y poco conciliador presidente norteamericano está decidido a no poner tope a su lista de países sancionados por la primera potencia mundial. Entre los países sancionados económicamente o en la mira de Washington están:
La República Islámica de Irán, Irak, Siria, Venezuela, Rusia, Sudan, Corea del Norte, Bielorrusia, Serbia (la ex-Yugoslavia), Birmania, Cuba, Zimbabwe, el Congo, Somalía, Libia, Costa de Marfil, Líbano, Ucrania, Yemen, entre otros. Y si la lista les parece corta, además Trump busca sancionar a aliados o países cercanos a Washington o por su importante intercambio comercial con ellos, como lo son Indonesia, Arabia Saudita, Turquía, México y China.
Trump se hizo de varios frentes económicos, haciéndose de aliados y de enemigos, haciendo una temible especulación y poniendo a prueba el liderazgo mundial de los EE.UU., intentando controlar todos estos frentes, instigando una suerte de división parecida a la guerra fría, mostrándose con sus aliados o socios y los que están del otro lado, sus enemigos. Esta suerte de sistema capitalista hegemónico y monstruoso, de unos contra otros puede volverse en su contra si las lineas enemigas se van haciendo fuertes y encuentran soluciones y alternativas viables a las sanciones que Washington le impone a todos estos países "enemigos" de la democracia, como suelen llamar a los países que no están con ellos en los pasillos del salon Oval. Parecen tener una clara estrategia para dividir nuevamente al mundo y así poner a dos bandos como antagonistas y así poder crear el problema, para luego dar con la respuesta ,-justificar una gran guerra mundial que enriquecería aun mas a la poderosa industria bélica-, y luego dar con la consecuente solución, un NOM (Nuevo Orden Mundial), que buscaria imponer nuevos controles a nuestras vidas y al mundo que nos rige. Es la famosa ecuación Tesis × Antítesis = Síntesis. A todo problema (Tesis) se le opone una única solución (Antítesis), que según ellos es una guerra "inevitable" y que dará como resultado una paz duradera (Síntesis).
En definitiva, muchos analistas sostienen que los días de los Estados Unidos como líder hegemonico del mundo están contados, sino hacen algo para corregir el golpe de efecto que la poca cintura política trumpesca le ocasionará a esta superpotencia. Esto sus enemigos lo saben y por eso los halcones de Washington se preparan para el peor de todos los escenarios, la guerra. ¿Tendrá un capítulo introductorio en Caracas? Quizás pronto lo sabremos.
En definitiva, muchos analistas sostienen que los días de los Estados Unidos como líder hegemonico del mundo están contados, sino hacen algo para corregir el golpe de efecto que la poca cintura política trumpesca le ocasionará a esta superpotencia. Esto sus enemigos lo saben y por eso los halcones de Washington se preparan para el peor de todos los escenarios, la guerra. ¿Tendrá un capítulo introductorio en Caracas? Quizás pronto lo sabremos.
Fuente: www.voltairenet.org *
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