sábado, 3 de mayo de 2014

Crisis economica mundial, conflictos sociales y amenazas de guerras: en el hipotético caso de que en este tiempo estalle otra gran conflagración mundial. ¿Cómo se dividirían los dos bandos de países en pugna?

 Sabemos que la situación política en la arena internacional es más que delicada por la cantidad de acontecimientos violentos que se han ido dando en estos últimos años. 

 El imperio anglosajón no ha sabido o ha querido consensuar posiciones con sus pares de Asia: China y Rusia. En cambio prefirió invadir ferozmente el Oriente Medio con sus petrodólares, sus mejores diplomáticos y sus criminales mercenarios (sus fuerzas armadas)

 Sus victimas fueron quedando en el camino de la historia reciente de un siglo prometedor para la banca mafiosa de Europa y los Estados Unidos: la invasión a Afganistán (2001); Irak (2003); Libia (2011) y la inminente caída de Siria, inmersa en una cruenta guerra civil patrocinada por los Estados Unidos (2012) 


Los dueños de la banca internacional están detrás de la grave crisis de Ucrania.

 El conflicto más reciente en nuestro días, es la grave crisis que se está desatando en el este de Ucrania. Allí, como en otros países cercanos a Rusia, el sentimiento anti-ruso y pro-nacionalista, que llega a tener tintes fascistas y de ideología nazi, es muy fuerte y ahora se hizo notar ante el avance de la violencia que los grupos extremistas y radicales llevan acabo contra el "enemigo ruso".

 La situación en el "granero de Europa" se ha vuelto un verdadero descontrol, hasta tal punto que la situación de violencia extrema ya acapara todas las miradas del mundo.

 El conflicto ucraniano que tiene tintes puramente económicos y que ha empezado ha desplazarse hacia un problema de nacionalismos, - como se manipuló el conflicto en Kosovo (1999) y la guerra política y económica contra la Servia de Slobodan Milošević -, es seguido con mucha preocupación por la OTAN y por Rusia, - ambos protagonistas antagónicos en esta historia como lo fueron en la guerra fría -.


El mapa mundial es lo más parecido a un inmenso tablero de ajedrez.

 El kremlin, ante este gran predicamento, sabe que una guerra contra las potencias sería muy dura y costosa de sostener, pero también sabe que la población de habla rusa en el este de Ucrania está en grave peligro y necesitan del auxilio de los rusos, - ¿La excusa rusa de la guerra militar contra la supremacía del dólar? -, porque ni EE.UU., ni la UE están dispuestos a traicionar a Kiev por las miles de vidas amenazadas por los ultra-nacionalistas y el ejercito ucraniano.

 Al conflicto histórico en el este de Europa entre estos países satélites de la ex-Unión Soviética y Rusia, sumemos otro problema para el establishment capitalista mundial y es el del régimen norcoreano que amenaza la estabilidad de la región Asia-Pacífico y los intereses económicos del imperio anglosajón en Asia. La amenaza permanente de los misiles nucleares norcoreanos pone permanentemente en vilo al Pentágono.

 Otra hipótesis de conflicto importante para el eje Washington-Berlin-Tel Aviv, y que los preocupa cada vez más, es el que mantiene Israel con la República Islámica de Irán, con la supuesta pretensión del país persa de adquirir tecnología bélica nuclear con el fin de destruir al estado hebreo.

 Otra amenaza y otro rival importante para para la alianza atlántica, - además de Rusia -,  es China, aunque en este aspecto, Europa se mantiene lejos por no considerar al gigante asiático como una amenaza, sino como un socio conveniente. En cambio para los Estados Unidos es toda una amenaza que no puede pasar por alto. La primera potencia sabe que en cualquier momento China puede arrebatarle el liderazgo mundial en todos los campos en los que ellos se destacan, o por lo menos lo hacían hasta hace poco tiempo.   
 Puestos en un breve análisis a los defensores del liberalismo económico anglosajón y del poderío económico que ostenta el sionismo internacional,(EE.UU., Europa e Israel) y también a sus detractores, pongamos la lupa sobre los dueños de estos intereses económicos que los mueven.

 Estos países ya fueron socios o victimas de la banca de los Rothschild, los Morgan, los Rockefeller y algunas familias más. La lista "negra" o de enemigos que quedaría conformada para los sionistas y su policía internacional (la OTAN), es la siguiente:

 En un lado del mundo tendríamos a Rusia, China, Corea del Norte, la República Islámica de Irán, Bielorrusia y otros actores menores que prácticamente no tienen incidencia como son Siria, Venezuela y Cuba. 

Agrandar el cuadro haciendo un solo clic para
poder apreciar la división geo-política en caso de
un conflicto a gran escala. 
 Por el otro lado tenemos a toda la alianza atlántica con la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Turquía y otros aliados de menor importancia como Australia y Canadá (país que también pertenece a la OTAN)

 Otra cosa interesante en este humilde y corto análisis es que hay un grupo de países que debido a su importante historia y contexto en el que se encuentran actualmente, quedan en una especie de encerrona, como son los casos de la India y Pakistán, ambos enemigos entre sí, pero aliados de los Estados Unidos. La India también es un aliado importante de Rusia, que recientemente ha estrechado importantes lazos comerciales y de cooperación militar con este país por considerar prioritario y de carácter estratégico la alianza BRICS.

El BRICS como amenaza de la supremacía norteamericana en el mundo.

 El avance implacable de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) puso en vilo al gobierno estadounidense, tanto así que la prioridad en la política exterior yanqui es reforzar y construir permanentemente una alianza Asia-Pacífico que involucraría también a terceros jugadores internacionales como son los casos de México, Perú, Chile y Colombia y que también quieren abrir un mercado importante en Asia, como son los de Indonesia, Malasia y Vietnam, entre otros. 

 Con la feroz guerra de monedas como telón de fondo, que tiene como protagonistas a los países asiáticos y promete ser una verdadera cruzada contra el dólar, los mercados de ese lado del mundo se hacen cada vez más atractivos para la inversión y la especulación financiera de la banca internacional, - esto los norteamericanos lo sabían de antes y por eso se prepararon y plantaron bandera con la guerra en Oriente Medio -.

 En síntesis, la amenaza real radica en un desplazamiento masivo de inversiones que están en el país del norte y que podrían tener como destino al continente asiático, disparando hacia arriba los indices de pobreza y desocupación en EE.UU., llegando incluso a amenazar la seguridad nacional, ocasionada por las constantes manifestaciones por el descontento social que allí reinaría.

 La falta de respuesta y solución adecuada de la primera potencia, al mundo multi-polar que viene y que es cada vez más estrecho, donde se entrelazan los intereses económicos, políticos y militares de las potencias, dejando una suerte de competencia salvaje y sanguinaria, como predican los economistas de la doctrina neo-liberal, - doctrina que fue acuñada desde la cúspide de la acaudalada banca parasitaria de occidente -, dicho aplacamiento es el peor de los escenarios para los EE.UU. 

 Si la guerra por la supremacía económica de un mundo que se reduce cada vez más y se polariza de forma abismal entre unos pocos ricos y un planeta lleno de pobres, entra en la fase militar a gran escala, una tercera guerra mundial golpearía con seguridad en cualquier momento a todo el mundo, amenazando la estabilidad y al nuevo orden mundial. Hecho que no terminaría por eliminar a la poderosa banca parasitaria que amenaza la soberanía popular y el bienestar de los pueblos. 

La banca Rothschild: los financistas de la guerra.

 La familia más rica del mundo tiene un pasado protagónico: financió la revolución francesa y la guerra contra Napoleón, el derrocamiento del régimen zarista en Rusia por parte de los bolcheviques, la maquinaria bélica de los nazis y la conformación del estado israelí, entre muchos otros conflictos desde hace más de 200 años para acá.

 Ellos también podrían, - y de hecho lo han planeado y han llevado a cabo -, financiar entre las sombras el conflicto actual en Ucrania, la crisis de deuda de los países emergentes (por eso se busca un FMI alternativo desde los BRICS) y seguramente intervendrían en cualquier otro conflicto financiando una vez más la maquinaria bélica de ambos lados, y así obtener cuantiosas ganancias con el derramamiento de sangre.

 La historia de esta familia de sangre azul, que está asentada en el eje Frankfurt-Londres y está plagada de títulos reales de la nobleza europea, está teñida de sangre inocente.

Del autor del Blog.

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