El primer mandatario de los Estados Unidos, Barack Obama, sostuvo un encuentro privado este martes en la Casa Blanca con el jefe de la opositora Coalición Nacional Siria (CNS), Ahmad Jarba, con quien coincidió en la necesidad de sumar esfuerzos para derrocar al presidente constitucional del país árabe, Bashar al Assad.
Un comunicado oficial reseñó que Obama recibió a Jarba en compañía de la consejera de seguridad nacional estadounidense, Susan Rice, como parte de una gira que realiza el opositor siria por la nación norteamericana.
De acuerdo con el texto, Obama y Rice "repitieron que Bashar al-Assad perdió toda legitimidad para dirigir Siria y no tiene un lugar en el futuro" del país árabe; posición compartida con Jarba.
De igual manera, el jefe de Estado “saludó el acercamiento constructivo” de la Coalición Nacional Siria y llamó a instalar un gobierno “representativo” de todos los sirios.
Por su parte, Jarba aprovechó la ocasión para agradecer a Estados Unidos la "ayuda no letal” que ha brindado a la coalición y a los grupos terroristas que operan en Siria, un gasto que ya sobrepasa los 287 millones de dólares.
Por otro lado, el comunicado no hace mención al pedido formulado con insistencia por Jarba desde su llegada a suelo norteamericano, días atrás, respecto al suministro de armas antiaéreas que exigen para “combatir” a las fuerzas militares sirias que intentan liberar al país del terrorismo.
Una vez más, el Gobierno de Estados Unidos ratifica su apoyo a los mercenarios que atentan diariamente contra la población civil y militar siria, exigiendo nuevamente la dimisión de un presidente electo por su pueblo.
Luego de tres años, el conflicto en Siria ha dejado al menos 150 mil muertos y diez millones de civiles desplazados, de acuerdo con cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El encuentro se desarrolló el mismo día que el mediador de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, renunció a su cargo, después de ejercerlo cerca de dos años y sin éxito.
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