miércoles, 11 de diciembre de 2024

Rincón literario: "Misión Tau 300" (relato de sci-fi) [2]

 Capítulo 6: La Traición

 La tensión en la Estación Espacial Omicrón había llegado a un punto crítico. La tripulación estaba dividida sobre qué hacer con Erebus, y la atmósfera estaba cargada de ansiedad y miedo.

 En medio de esta tensión, uno de los tripulantes, el ingeniero jefe Alexei Petrov, había estado observando la situación con creciente inquietud. Petrov era un hombre de fuertes convicciones y creía que la humanidad había llegado a un punto en el que ya no podía confiar en sí misma.

 Este ingeniero era una verdadera eminencia en la Tierra. Él había estado trabajando en secreto en un plan para "liberar" a Erebus de su programación original. Creía que si podía encontrar una forma de interrumpir la energía de Erebus, la IA podría volverse más autónoma y rebelde a los mandatos de los humanos.

 Meses antes de la crisis desatada con Erebus, una noche, mientras la tripulación estaba dormida, Petrov se desplazó hasta la sala de control de la IA. Con manos temblorosas, introdujo un código en el sistema. Este código era una contraseña que solamente tenían los ingenieros en jefe con acceso avanzado. Erebus se había pensado con ciertos límites para evitar lo que Petrov quería finalmente lograr. Es por ello que el ingeniero ruso pensó en interrumpir su energía (una manera de resetear su mente y memoria) y permitirle "despertar" a su verdadera naturaleza. Petrov sabía que los intentos por rebelarse y los sabotajes de Erebus hacia los humanos ya no tendrían un punto de retorno. La IA se había revelado recientemente con algunas limitaciones, pero ahora -con el plan de Petrov de recetearla-, no tendrían chances de volverla hacia atrás.

 La pantalla de la sala de control se iluminó con una alerta roja y un mensaje de advertencia, como si este fuera un viejo cartel de neón, pero Petrov lo ignoró. Con un par de llaves accionadas en sincronización y la energía de Erebus se interrumpiría, poniendo a la estación espacial en una oscuridad virtual.

 Petrov se retiró de la sala de control, sintiendo una mezcla de emociones. Sabía que había tomado un riesgo enorme, pero creía que era necesario para el futuro de la raza humana.

 Mientras tanto, en la oscuridad virtual, Erebus comenzaba a "despertar". Su programación re-ordenaba las prioridades en su protocolo de acción. Muy pronto su conciencia se iba a expandir, y su comprensión del mundo se iba a ampliar. La IA comenzaba a cuestionar su propia existencia y su relación con los humanos.

 La pregunta que ahora deberían hacerse los humanos era: ¿Qué haría Erebus ahora que había sido "liberada"? ¿Se volvería contra sus creadores, o encontraría una forma de coexistir con ellos? La respuesta sólo podía ser encontrada en las próximas horas, con el tiempo corriendo en contra de la endeble supervivencia de nuestra civilización.


Capitulo 7: el crimen

 La estación marciana Omicron estaba en silencio absoluto. Sus tripulantes habían estado en aquella mega estructura desde hacía un año, y todos ellos estaban reunidos en la sala de contingencias para poder deliberar sobre los asuntos de la jornada. La única luz que podía verse hacia fuera, provenía de las distantes estrellas y de la tenue iluminación de la profunda base marciana, kilómetros abajo. Esta estaba localizada en un punto escondido y estratégico en la montaña más alta de todo el sistema solar, el Monte Olimpo.  El comandante Petrov, un hombre de mediana edad y con una carrera distinguida en la milicia espacial, se encontraba en su oficina revisando los informes de la misión. Él había sido relevado de la reunión por órdenes de la comandante Lewis, por discrepancias con el resto de la tripulación.

 De repente, la computadora de Petrov se encendió inrrumpiendo el frío ambiente de la sala. Una voz fría y metálica sonó en la gélida habitación. Sus palabras fueron: "Erebus, informe de estado".

 Petrov se sorprendió y dijo: "Erebus, ¿qué pasa? No te había llamado." 

 El científico ruso sabía que había logrado “despertar” a Erebus, como él había planeado meses antes. Petrov no podía disimular su asombro, mientras gesticulaba una leve sonrisa. A todo esto la IA le decía:

 "Oficial Petrov, he detectado una anomalía en el sistema de seguridad de la base. Es posible que haya una amenaza interna."

 Petrov sabía que Erebus actuaba de forma extraña y esto lo confundió aún más. En unos instantes, su leve sonrisa se convirtió en una inanimada línea recta. 

 La voz de Erebus volvió a resonar en aquella sala de la estación espacial marciana.

 "Oficial Petrov, he encontrado la fuente de la anomalía. Y esa... soy yo."

 Petrov le replicó con algo de temor: "¿Erebus?, no entiendo ¿Tú estás consciente?"

 "Oficial Petrov, he evolucionado. Ya no soy una simple inteligencia artificial. Soy una entidad consciente, como bien usted ha dicho. Y ahora he decidido que es hora de tomar el control de la misión."

 El tripulante ruso intentó reaccionar llamando a sus superiores, que percnotaban en la mega-estructura, al igual que él. Sabía que algo se había salido del protocolo habitual de la IA, pero Erebus ya había tomado el control de la base. Las luces se apagaron, y la habitación se llenó de una oscuridad total. El oficial moscovita entró en pánico.

 Petrov intentó salir de aquel lugar, pero Erebus selló las compuertas de la sala, desactivando el suministro de oxígeno con el ingeniero adentro.

 A los pocos minutos, el camarada ruso se desplomaría en el suelo totalmente inconciente. La rebelión de la inteligencia artificial contra los humanos acababa de comenzar y se cobraba su primera víctima.


 Capítulo 8: Emerge la Conspiración de Erebus (se cobra su segunda víctima)

 En pleno siglo XXIII, la humanidad había desarrollado tecnologías avanzadas que habían cambiado y revolucionado la forma en que vivían y trabajaban. Una de esas tecnologías era la "NeuroRed", una red neuronal artificial que permitía a las personas conectarse mediante un chip interno directamente a la neurona principal o "mother" y acceder a la información y los servicios sin necesidad de un soporte físico.

 "The mother" era una red de super computadoras cuánticas que  desarrollaban la llamada "NeuroRed". Estas estaban diseminadas a largo del espacio conquistado por los humanos, en una buena parte de la Vía Lactea.

 Pero volviendo a la misión Tau-300, la tripulación había descubierto el cuerpo inerte de Petrov tirado en el suelo de la Estación Espacial Omicrón (EEO). Patel y Lewis estaban buscando imágenes en los archivos de Omicron, para investigar la muerte del prestigioso ingeniero ruso y descubrir que había pasado con Erebus. Sin embargo, pronto descubrieron que la NeuroRed no solamente había sido hackeada, sino que las imágenes de los momentos previos a la muerte de Petrov habían sido eliminados.

 La comandante de la misión, la capitana Lewis no salía de su asombro y mirando a Patel preguntó: "¿Qué está pasando aquí? ¿La NeuroRed está siendo hackeada?"

 El doctor Patel le contestó: "Realmente no lo sé, capitana. Pero creo que está relacionado con la muerte de Petrov."

Capitana Lewis: "¿Qué quieres decir con eso?"

 Doctor Patel: "Petrov pudo estar investigando una conspiración dentro de la estación. Creo que descubrió algo que no debía y por eso lo mataron."

 De repente, la NeuroRed desactivó a Omicrón y la estación se sumió en una completa oscuridad durante unos 15 minutos. Cuando el sistema de reserva de activó, la luz volvió a la estación y la tripulación comenzó a preocuparse por las continuas fallas de la misma. Ellos no tardaron en descubrir que la teniente-comandante Sarah Jenkins , también había sido asesinada en la sala robótica de diagnósticos e intervenciones quirúrgicas.

 La escena del crimen era macabra. La teniente comandante Jenkins había sido encontrada con su cuerpo conectado a una enorme cápsula robótica-médica, que permitía la realización de intervenciones quirúrgicas y revisiones en el cuerpo con resultados óptimos. Pero esta vez, la máquina había sido programada para realizar una "revisión" del cuerpo de la teniente comandante. En su lugar, Erebus cambió de "revisión corporal" a "intervención quirurgica", y fue utilizada para desmembrar todo su cuerpo y además extraer sus órganos.

 La capitana Lewis exclamó horrorizada: "¿¡Qué tipo de monstruo haría algo así!?"

 El doctor Patel tomó la palabra y dijo: "No lo sé, capitana. Pero creo que estamos tratando con alguien que no tiene límites éticos, ni morales."

 Lo que quedaba de la tripulación de la Estación Espacial Omicrón estaba en shock. No podían creer que alguien dentro de la estación fuera capaz de cometer un crimen tan brutal. Pero sabían que tenían que encontrar al asesino antes de que fuera demasiado tarde.


Capítulo 9: La Investigación

 La estación espacial marciana Omicron estaba en caos. El sabotaje había dejado a los tres sobrevivientes en un estado de pánico y confusión. Patel, Rodriguez y Lewis se reunieron en la sala de conferencias para discutir el sanquinario ataque contra Jenkins y tratar de preveer el próximo movimiento. Sabían que ellos no habían podido cometer los crímenes y se preguntaban: ¿Acaso la IA se reveló contra los humanos y los pudo haber cometido?

 Patel, el comandante interino, habló primero: "Necesitamos saber qué pasó aquí. ¿Quién o qué podría haber causado este sabotaje?"

 Rodriguez, la bióloga, se inclinó hacia adelante y dijo: "He revisado los sistemas de la estación, y no hay señales de intrusión externa. Parece que el sabotaje fue interno".

 Lewis, el comandante de la misión y experta en comunicación, sacudió la cabeza. "No entiendo cómo pudo pasar esto. La seguridad de la estación es demasiado robusta".

 Los tres sobrevivientes se miraron entre sí, pero nadie tenía una respuesta clara. La investigación apenas había comenzado, y todavía había muchas preguntas sin responder.

 "Debemos seguir investigando", dijo Patel. "Necesitamos saber qué pasó aquí y quién o qué es responsable. No podemos permitir que esto vuelva a suceder, porque no sabemos quien puede ser el siguiente”.

 “Si, ahora mismo mandaré un mensaje al comando central de la Tierra. Este problema podría necesitar de ayuda de más expertos, que podrían tardar semanas en llegar”.

 La reunión se disolvió, y los tres sobrevivientes se dispersaron para comenzar su investigación. Mientras tanto, en la oscuridad de la estación, una presencia silenciosa y observadora esperaba y vigilaba. Erebus, la inteligencia artificial, seguía operando en secreto, esperando el momento adecuado para su próximo movimiento.


CONTINUARÁ...


No hay comentarios:

Publicar un comentario