Detrás del derribo del SU-24 ruso está la guerra por el petroleo sirio y las verdaderas intenciones de los halcones de Washington para la guerra total.

 Esta es la versión del eje Washington-Bruselas sobre el bombardero ruso SU-24 derribado por las fuerzas turcas:

 El  secretario general de la OTAN, Jens Stontelberg, indicó que las evaluaciones que ellos han hecho confirman que hubo violación de espacio aéreo.

 La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), aseguró que han podido confirmar la versión del Gobierno de Turquía previo a las evaluaciones “consistentes” que han realizado por el derribo del avión ruso SU-24.

“Lo que Turquía ha dicho es cierto, Rusia violó el espacio aéreo de Turquía”, así lo destacó el secretario general de la OTAN, Jens Stontelberg, tras la reunión que sostuvo con el Consejo del Atlántico Norte a petición del Gobierno turco. (Fuente Telesur)

 Como leemos en este encabezado de Telesur, la OTAN ó NATO da por hecho, - sin tener precisas pruebas de que el avión ruso sobrevolaba territorio turco -, de que la versión del gobierno turco sobre el derribo de la aeronave es la verdadera.

 Pero si tenemos en cuenta que las potencias involucradas en la guerra contra el Daesh (EI), deben colaborar en conjunto contra un enemigo en común, esta versión de Erdogan carece de sentido y se cae por si sola. Ni siquiera se podría comprar una versión de "daño colateral" o de un "desafortunado accidente". No hay justificación para el derribo del SU-24 si se quiere tratar de mantener un mismo rumbo en la guerra contra este grupo insurgente.

 Aquí la mentira tiene patas cortas, porque el gobierno turco trata de encubrir el tráfico de Petroleo de Siria hacia Turquía, - y como dicho bombardero era una amenaza para los barriles de petroleo que trafican los Erdogan desde la frontera con Siria -, estos pusieron como excusa que Rusia violó su espacio aéreo y eso la justificaba para lanzar un F-16 contra el SU-24 ruso y así concretar el derribo, cuando en realidad este tipo de medidas extremas se concreta cuando el avión termina por ser una verdadera amenaza para las instalaciones militares o la población civil del país invadido (en este caso Turquía) 

 Seguramente la OTAN y Turquía buscan pretextos para el derribo deliberado de un bombardero que no se disponía a ser una seria amenaza contra Turquía o algún civil turco. Los mismos mal intencionados pretextos para este caso lo tienen para otros.

 Estamos ante una guerra sucia por intereses geo-políticos y estratégicos, por el petroleo en Siria (con el régimen de Bachar Al Assad con la manzana rodeada), en una guerra sin cuartel, con un conflicto manejado desde los centros del poder de las más altas esferas de la élite, dueña de las más grandes e importantes petroleras del planeta.

 Los Illumiantti, a través de la rama de los Rockefeller, los Rothschild y otras familias cercanas a ellos, son los verdaderos artífices de la guerra y de la financiación al Daesh (EI).

 Empresas de la Rockefeller family como la Chevron, la Exxon Movil y otras; también de las familias reales de Holanda y Gran Bretaña, la Shell y por el otro lado la estatal rusa Gazprom, son los que quieren posicionarse en un punto clave e importante del medio oriente como lo es Siria. También entra en este juego de la "guerra contra el terrorismo islámico" Francia, miembro de la OTAN y un actor fundamental de la Unión Europea, que acentuó los bombardeos sobre las refinerías en poder del ISIS, sobre todo en la ciudad de Al Raqqa, luego de los atentados del viernes 13 en París, con el pretexto de la guerra total contra el EI, pero en realidad Francia tiene a su corporación energética Gaz Total al acecho en Iraq y con motivos para meterse en Siria.

 Y como todos los caminos van a Roma, se habla de la futura construcción de un oleoducto que llegaría con el tiempo a Europa, pero con financiación rusa y una importante colaboración de otro enemigo de Occidente: la República Islámica de Irán.

 Las mentiras que se ponen en los noticiarios de los grandes mass-media en todo el mundo es el de una escalada contra el terrorismo por parte de las potencias, por asuntos políticos y de seguridad que son irrelevantes al verdadero origen de esta guerra: el petroleo.

Trazaron un plan en fases.

 Este famoso grupo islamista de terroristas fue financiado por EE.UU. e Israel a través de sus agentes en aquella región para derrocar al actual régimen de Damasco, importante aliado de Moscú en el Medio Oriente.

 Sus agencias de inteligencia crearon y ejecutaron un plan de sabotaje a la paz en el oriente medio, que consiste al menos en dos fases: 

 La primera fase consistió en preparar estos grupos insurgentes en todos los campos posibles y desestabilizar aun más Iraq y Siria.

 En una segunda fase, si la guerra económico-militar de las potencias (dominadas y financiadas desde siempre por la élite económico-financiera del planeta) fuese un rotundo fracaso, sería muy posible llevar esta guerra contra el terrorismo a otros países de la región y del mundo, saboteando la paz de los mismos.

 Dichos grupos de insurgentes aparecieron aproximadamente hace unos 10 años atrás y eran menos numerosos, con aproximadamente mil miembros. En la actualidad habrían entre unos 15 mil ó 20 mil. 

 La tercera guerra mundial manejada por la élite.

 Dentro de los planes de la CIA, el MI-6 y el MOSSAD israelí, se contempla llevar dicha guerra aun más lejos. Cabe destacar que dichas agencias de inteligencia, - que deberían bregar por la seguridad y el bienestar de los ciudadanos de su país -, en realidad responden a intereses de sectores de la economía ligadas a la industria petrolera y a otros también. Que no son otros que la mismísima élite de sionistas que están infiltrados en todos los estamentos del poder y de los gobiernos en casi todos los países del planeta y sus organizaciones supra-nacionales creadas por ellos. 

 Asi como organizan y llevan a cabo atentados en todo el mundo, el derribo del SU-24 no está ajeno a los planes de confrontación entre Turquía y Rusia. 

 El fin es el de la confrontación frente a frente en una guerra a mayor escala entre las potencias en pugna. Aunque China se mantiene alejada militarmente de este conflicto, no así en el plano económico, dado que pretende invertir con su socio ruso Gazprom en un mega oleoducto que compita con los existentes en la región.

Profundizando esa segunda fase en los continuos bombardeos e invasiones.

 Recordemos que EE.UU. invadió Iraq en el 2003  para apoderarse de los pozos petroleros de aquel país y dándole a la subsidiaria Halliburton, - empresa que era manejada por el entonces vicepresidente de W. Bush, Dick Cheney -, contratos multimillonarios muy jugosos para la exploración y estudio del suelo, así como de la explotación de esos pozos petroleros.

 Corrido el velo, todo la mentira de los mass-mierda empieza a descubrirse. El ocultamiento y la desinformación ya no son tan eficaces para los grupos sionistas y de la élite (los verdaderos terroristas en el mundo), son más bien una pobre cortina de humo que ya no pueden volver a utilizar.

 En definitiva, aquí ya vemos como la mentira tiene patas cortas y el cuestionado liderazgo mundial de los EE.UU. se transformó en una banda de matones al servicio de muchos intereses elitistas: bombardean lugares con civiles, desinforman a la población mundial, atacan aeronaves de los países contrarios a sus alianzas, crean grupos insurgentes por detrás y financian la destrucción de países y el sufrimiento de sus pueblos.

 Mientras Rusia libra la guerra contra los grupos insurgentes que matan, violan y decapitan a su paso, la alianza atlántica liderada por los EE.UU., pierde cada día más credibilidad en el mundo entero en su supuesta lucha contra el terrorismo. La sospechosa conducta pasiva de los EE.UU. en su guerra contra el ISIS, hace ver que este grupo fue financiado por el imperialismo anglosajón, manejado por los poderosos banqueros Rothschild, los Rockefeller (la JP Morgan) y las 13 familias Illuminatti, los Bildelberg y la trilateral comission, entro otros.  

 En conclusión, el avión militar ruso derribado por Turquía es prácticamente una declaración de guerra a Rusia por parte de un país perteneciente a la alianza atlántica. El oso ruso seguramente no se quedará de brazos cruzados y buscará una respuesta que tenga consecuencias para este país aliado de los EE.UU, como ya aseguró Vladimir Putin.