El equilibrio del poder mundial se está inclinando hacia el eje Rusia-China al tiempo que Barack Obama "pierde su brillo en la escena internacional" y los miembros de G-7 "se pelean por poner sus asuntos financieros en orden", afirma 'The Nation'.
El presidente estadounidense Barack Obama "ha perdido el ímpetu" en su política de "giro a Asia", al tiempo que el presidente ruso, Vladímir Putin y su homólogo chino Xi Jinping, causan un impacto mayor en los asuntos mundiales, afirma el diario 'The Nation'.
Rusia y China ya dominan el espacio de influencia creado por EE.UU. en Asia, después de la segunda guerra mundial. Está perdiendo el dominio de sus mares y de los mercados económicos de ese continente. |
Una de las consecuencias de esta postura debilitada del presidente, ha llevado según apunta el periódico, a una presencia 'torpe' en las cumbres en el Extremo Oriente. Al mismo tiempo, su homólogo ruso Vladímir Putin ha sido designado como la persona más poderosa del mundo por la revista 'Forbes', por segunda vez en dos años consecutivos, "eclipsando a Obama en casi todos los aspectos del liderazgo mundial".
Según opina el periódico, en su viaje al Extremo Oriente –en el que participará en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la Cumbre de Asia Oriental en la capital de Birmania, así como en la Cumbre del G-20 en Brisbane, Australia– a Obama solo le quedan dos cartas con las que jugar: el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP) y los acuerdos del mar de China Meridional. Ambas medidas están diseñadas para frenar la influencia de China en Asia.
No obstante, el presidente Xi Jinping ha dominado la reunión del APEC con la propuesta de estudiar el acuerdo de libre comercio para Asia-Pacífico. De esta manera, explica el periódico, China se atiene a su propia estrategia, cuyo objetivo es conseguir que el yuan se convierta en la moneda de reserva internacional a costa del dólar.
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