domingo, 4 de agosto de 2013

En Gran Bretaña creen que la República Argentina intenta militarizar el Atlántico Sur, cuando en realidad los piratas blindaron las islas con una base de la OTAN.

 El gobierno de David Cameron entró en alerta y -según la prensa londinense- evalúa reforzar la custodia de la Islas Malvinas: aseguran que Cristina Kirchner aprobó la compra de 20 aviones de guerra de segunda mano a España

 El periódico británico Sunday People informó este domingo que el gobierno argentino aceptó comprarle a España unos 20 aviones Mirage F1 de segunda mano, por un valor aproximado a los u$s 222 millones.

 La decisión de la Argentina podría obligar al ministerio de Defensa de Gran Bretaña a reforzar la presencia militar en el Atlántico Sur, a pesar de que su presupuesto debe ser reducido en unos u$s 1.338 millones hasta 2015.

 De acuerdo al análisis del diario inglés, citado por The Mirror, la Argentina puso en marcha una nueva ronda de tensión contra Gran Bretaña por la compra del escuadrón de aviones de combate, que apunta a militarizar el Atlántico Sur. 


 El periódico describió que los aviones que compró la Argentina llevan "un temible conjunto de armas incluyendo bombas inteligentes".

 Está noticia puso en alerta a un grupo de altos oficiales británicos, que creen que la Argentina ahora podría empezar una campaña de "patrullas" en un radio muy cercano a las Malvinas, territorio que el gobierno de Cristina Kirchner pretende recuperar.

 "Se cree que (Cristina) Kirchner está tratando de aumentar la capacidad militar de su país en una demostración de fuerza antes de las elecciones de 2015", evaluó el centenario tabloide británico de tirada semanal.

 "Si los argentinos comienzan a jugar y escala la tensión, vamos a ver más aviones británicos desplegados en las Flaklands (Malvinas)", le dijo un alto militar, cuyo nombre no fue revelado, al diario londinense.

 En la actualidad, el Reino Unido tiene en las islas sólo dos poderosos Eurofighter Typhoon, un caza polivalente, bimotor y de gran maniobrabilidad, diseñado y construido por un consorcio de empresas europeas.

 Si bien evalúa una escalada de tensión, el gobierno de Gran Bretaña estaría especulando con que pasarán entre seis y ocho meses hasta que España envíe los aviones hasta la Argentina y la Casa Rosada los ponga a funcionar, tras el entrenamiento de sus pilotos.


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