Washington antepone sus ambiciones imperiales a la
economía
Estados Unidos podría derrumbarse como le pasó a la URSS,
porque persigue políticas militares inútiles a expensas de la economía, afirman
los expertos, que tachan este camino de arriesgado y destructivo.
El presidente de los Estados Unidos Barack Obama con el rostro preocupado. |
La primera economía mundial sacrifica sus intereses
económicos por el bien de la geopolítica y esta obsesión empieza a ser
omnipresente, lo que pone en peligro su propia supervivencia, como ya le
ocurrió a la Unión Soviética a finales de los años ochenta.
Sed militar sin tregua:
"Hay un ejemplo reciente muy bueno: la administración
de Obama acaba de anunciar un llamado pivote hacia Asia. Por lo tanto, la idea
es que EE. UU. está cambiando el foco de
su actividad militar y geopolítica de Afganistán, Irak y Oriente Medio hacia
Asia, el Pacífico y la región de China. Y lo está haciendo de una manera que
menoscaba su capacidad para invertir, para ser competitivos en comparación con
la producción china o japonesa u otra asiática", comenta Clyde Prestowitz,
ex-Consejero del Secretario de Comercio en la administración Reagan en una
entrevista al canal RT en inglés.
Según él, la economía del país se ve debilitada cada día, lo
que presagia un triste final para EE. UU. "Nuestra principal fuente de
poder internacional no es económica, es militar. Estamos ante una realidad que
se parece mucho a la antigua Unión Soviética: la URSS no se derrumbó porque
careciera de fuerza militar, se derrumbó porque carecía de fortaleza económica.
Las mismas cosas ahora están pasando en EE. UU.", destaca el experto.
Economía en pie de guerra:
La obsesión militar queda de manifiesto en las mismas
acciones de EE.UU.: el país exige que
China reduzca sus compras del petróleo iraní, y que presione a Corea del
Norte para que ponga fin a su programa nuclear.
La caída del dolar y de la economía de la primera potencia mundial pueden acentuarse en los próximos meses debido a los grandes gastos militares que esta tiene en el exterior. |
“Por lo tanto estamos pidiendo a los chinos que hagan un
montón de cosas geopolíticas. Lo que no pedimos a los chinos que dejen de
manipular su moneda para mantenerla sub-valuada como un sustituto para sus
exportaciones. No nos quejamos de eso. Decimos "¡Muy bien!
¡Háganlo!", señala Clyde Prestowitz.
"Yo creo que el problema de la moneda es un reto muy
importante para la economía de EE. UU. y creo que es un reto más importante que
el petróleo iraní", agregó.
"Seguimos jugando el gran juego: ubicamos tropas en
Afganistán y las flotas en el Golfo Pérsico y nos volvemos hacia Asia, mientras
que otros países como China, como Brasil, como Alemania se centran en la
inversión, la educación y la innovación y cada vez se convierten en más
competitivos. No lo estamos haciendo y es la fuente de inquietud y preocupación
en EE.UU.”, concluye Prestowitz.
Fuente RT
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