Puesto que EE.UU. se proclama a sí mismo como el 'campeón' de la democracia, los derechos humanos y la libertad de expresión, las revelaciones de Edward Snowden tendrían que ser una 'bomba' por la importancia de su contenido. Al menos eso era seguramente lo que pensaba el exagente estadounidense, en caso contrario no hubiera revelado estos datos.
Nadie confronta el "creciente peligro de la tiranía"
Las filtraciones de Snowden han provocado, sin duda, dolores de cabeza para la Casa Blanca, en particular con los aliados europeos las tensiones podrían crear complicaciones futuras. En la sociedad norteamericana no hay unidad sobre este caso. Unos agradecen a Snowden por haberles advertido de la perspectiva de vivir en un estado policial, otros insisten en que las escuchas son necesarias. Según Jack Lerner, profesor de Derecho en la Universidad del Sur de California especializado en seguridad nacional, "las encuestas dicen que todavía hay una muy fuerte mayoría a favor de la medida, que apoya a la NSA para que haga esto".
"Una fuerte mayoría en EE.UU. apoya a la NSA"
Pese a que en EE.UU. se han celebrado unas escasas manifestaciones de protesta contra el espionaje, según un sondeo realizado conjuntamente por ABC News y 'The Washington Post', un 58% de la población estadounidense apoya las escuchas de la NSA y un 39% se opone a ellas. Hasta el momento, el exagente prófugo no ha logrado el objetivo de "convocar al pueblo estadounidense para confrontar el creciente peligro de la tiranía", como el padre de Snowden puso en una carta abierta el pasado martes.
"La gente verá en los medios todas estas revelaciones, sabrán que […] el Gobierno se va a otorgar poderes a sí mismo, de manera unilateral, para crear un mayor control sobre la sociedad estadounidense y la sociedad global. Pero no va a estar dispuesta a asumir los riesgos necesarios para levantarse y luchar para cambiar las cosas", confesó Snowden al diario 'The Guardian' su peor temor el mes pasado. Estas palabras resultaron fatídicas.
¿El lema 'Vivir libre o morir' ya no rige en EE.UU?
El control total de las comunicaciones en EE.UU. parece ser una decisión de consenso entre el poder y sus ciudadanos, que reaccionaron de este modo a la tragedia del 11-S. La mayoría de los estadounidenses, que solían profesar el lema 'Vivir libre o morir', ahora no está en contra de renunciar a sus libertades civiles para tener una seguridad garantizada.
Según comentó una representante del movimiento Amigos de WikiLeaks en Rusia –FoWL Russia–, responsable de la página del movimiento ruso en Twitter, "tras el 11-S los estadounidenses pueden justificar y perdonar cualquier cosa si se trata de la lucha contra el terrorismo. Su postura es 'una lástima que murió una persona por el ataque de 'drones', pero si no moriríamos muchos'. La nación norteamericana realmente confía en que este espionaje es necesario". Justifican cualquier cosa si se trata de la lucha contra el terrorismo.
"Por otra parte, está habiendo reacción a nivel internacional, aunque tampoco sea tan resonante. Lo que hicieron los gobiernos espiados fue "pedir explicaciones", comentó la activista rusa a RT, precisando que a pesar de todo los partidarios de WikiLeaks esperan que los pueblos europeos "tengan en cuenta cómo actuaron sus líderes a la hora de ser humillados. Y que no les volverán a apoyar".
Una "nueva generación"
La reacción más fuerte a las revelaciones de Edward Snowden se ha concentrado en Internet. Tras este escándalo varios blogueros y activistas en la red han subrayado que la decisión del Comité del Nobel de otorgarles el premio a Barack Obama y la Unión Europea fue apresurada y errónea. Así, el periodista ruso Oleg Kózirev, expresó su esperanza de que estas "violaciones de los derechos constitucionales de los pueblos no pasarán inadvertidas [a la comunidad internacional]".
"Washington nos teme, porque no puede reprimirnos con sus 'drones' "
"La reacción más enérgica se produjo en la red. Y no son solo las palabras 'online'. Lo que sucede en Internet gracias a WikiLeaks, a los Anonymous, a Edward Snowden y otros, es la primera resistencia mundial en la historia", dice la activista de los Amigos de WikiLeaks de Rusia.
Podría hablarse del nacimiento de una "nueva generación", algo de lo que hablaba Julian Assange en su última declaración a sus seguidores. Según la partidaria de Amigos de WikiLeaks en Rusia, Washington teme a los activistas valientes como Assange o Snowden, igual que a sus seguidores –aquí ya se puede hablar de una joven generación– porque "no nos puede reprimir con sus drones".
Entre los pocos países que expresaron su dura condena del espionaje de Washington están los países de América Latina. A Snowden, a quien se han negado a ayudar en Europa, le han apoyado los presidentes de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, mostrando su disposición a recibirlo en sus países. Mientras que el destino del ex-agente de la NSA sigue sin estar definido, sus seguidores tienen la esperanza de que su acción mejorará el mundo.
"Sinceramente confiamos en que un día el mundo cambie", dice la activista de los Amigos de WikiLeaks de Rusia.