Como en la afamada novela de la escritora británica Mary Shelly, Frankenstein (el mosntruo) se va apoderando de la historia, del relato aristocrático de como el Hombre puede manejar los elementos de la naturaleza a su antojo y crear vida de la nada, jugando a ser dioses. Por supuesto que esa historia termina mal para sus protagonistas, porque una cosa es manejarlos y otra controlarlos para donde uno quiere. Al final son incontrolables.
Es en la Historia con mayúscula, que se juega ahora en ese enorme Frankesnstein, (un hibrido entre el capitalismo y el socialismo que vuelve a cobrar vida y se vuelve contra sus creadores e instigadores), el logro occidental de la propia libertad y la supervivencia. Solo imaginensen el horror de la guerra, pero en los EE.UU. de América. Misiles nucleares enemigos surcando el espacio que parecía inviolable por otra superpotencia. Los ojos del mundo no podrían dar crédito a lo que observan ¿Y ahora que? ¿Responderá de esa misma forma los yanquis? Esto hace unos meses lo hubiera escrito algún buen guionista de Hollywood, a diferencia que ahora tiene datos mas realistas y una aproximación casi instantanea desde el punto de observación del que contemple ese escenario horrorizado. Diriamos que ese escritor es un privilegiado, sino fuera por que en realidad lo que estaba aconteciendo a su nación era un terrible holocausto nuclear, peor que aquel que le ocacionó el propio EE.UU. al imperio del Japón el siglo pasado, destruyendo las ciudades portuarias de Hiroshima y Nagasaki y ocacionando la muerte de miles de niños y mujeres inocentes. Ahora ellos deben beber de sus propios venenos.
En fin, cuando parece que estamos lejos de un escenario catastrófico, parece ser que en realidad estamos cada vez mas cerca. La escalada bélica que hoy en día se produce entre la Federación rusa y Ucrania, dan pocas expectativas de paz entre estas dos naciones. Los EE.UU. parecen motivados a no dejar una causa perdida como lo es Ucrania, que viene de perder parte de su territorio oriental y Crimea en el 2014. Para ello preparó todo este tiempo a las fuerzas militares de su aliado, suministrando armamento de todo tipo, dandole préstamos y su promesa de que Kiev será parte de la NATO, aunque con los movimientos de tropas rusas, eso estaría por contrarrestarse.
Las amenazas de Putin no parecen broma, el ex-agente de la KGB vio y vivió en carne propia, como la desintegración sovietica dio paso a una humillada Rusia, llevado a cabo por traidores como lo fue el último premier soviético, Mihail Gorvachov, íntimo amigo del burocrata neoliberal y presidente de los EE.UU., George Bush (padre)
Este estigma Putin lo lleva consigo a donde vaya y no estaría dispuesto a arrodillarse (y arrodillar a Rusia) ante el enemigo atlántico. Es por ello que el presidente del país mas extenso del planeta pronunció un tipo de ultimatun a las potencias de occidente, advirtiendo que Moscú posee uno de los dos arsenales atómicos mas importantes del planeta y también dio a entender que la última innovación misilistica (con capacidad de llevar una o mas ojivas nucleares a velocidades de 10 veces la velocidad del sonido) la tienen ellos y no los EE.UU.
Por eso, volviendo al primer párrafo (donde todo parece salir de una entretenida película yanqui), el escenario casi apocaliptico de misiles cayendo en ciudades norteamericanas es más real que ficticio. Las posibilidades de que Nueva York y Los Angeles sean destruidas desde Moscú u otro punto son reales. Como lo dejó entrever la bruja mk-ultra Mamona (Madona) en su gira de Madame X (ver el link a continuación)
Link del video de Madona: https://youtu.be/VG3WkiL0d_U
Lo que Putin tampoco debería dejar pasar es que en realidad los medios de comunicación occidentales están manejados por una elite sionista que también quiere que Rusia entre en guerra con la OTAN. Entrar en ese juego sería autodestructivo, debido a que las guerras prolongadas y simetricas son muy costosas desde muchos puntos de vista. Es el negocio perfecto para las empresas contratistas y complejos industriales que fabrican armas basadas en nuevas tecnologías, ese lucrativo negocio también es sionista.
Pero lo cierto es que si Rusia se hace mas fuerte economicamente y sigue acumulando riqueza en estos años que van llegando, sumado a la alineación de China con Moscú, esta alianza de gigantes serán imparables. Tal es así que la vieja OTAN quedará reducida a cenizas ante la avanzada de estas dos superpotencias de oriente, y esto será así porque Washington y Bruselas no sabrán coordinar un verdadero esfuerzo bélico para frenarlos. Conquista tras conquista, el oso ruso y el dragón chino destruirán a sus rivales y enemigos como si fuera un juego de niños, dejando su última y definitiva parada en la toma de Israel.
¿Habrá finalmente un cambio de paradigma y de los nuevos dueños del poder? ¿Aquello nos llevará a un Nuevo Orden Mundial que sea para mejor? ¿O acaso estos son los tiempos finales para asentar el gobierno del anticristo y la Bestia predicho en el libro del Apocalipsis, diluyendo con ello el poder de la Iglesia?
El ascenso del Dragón rojo a manejar los destinos de la humanidad parece estar próximo a concretarse.