El intervencionismo extranjero no es una forma de dominio justificable y mucho menos novedosa para esta era industrial que languidece, los países ricos y las potencias, - a lo largo de su historia reciente y antigua -, han buscado pretextos inverosímiles para invadir militarmente a un "país" o "territorio hostil".
La historia es la actualidad que nos toca vivir.
Desde los tiempos de las primeras civilizaciones que se asentaron en la región de Mesopotamia, - hoy Irán e Irak - hasta ahora, como paradoja del destino, vuelven a ser el escenario central de los conflictos más importantes para la geo-política estratégica de las potencias de turno y que hoy están en pugna por el dominio integral de los recursos allí asentados.
La historia nos ha mostrado que desde hace miles de años, habrían sido los recursos vitales para sobrevivir, tales como el agua y el alimento, objetivos fundamentales de los hombres que invadían al que ya estaba allí asentado, pero también fue importante el saber, y en eso encuadramos la importancia de aquella región como un territorio estratégico para el comercio y fundamentalmente en la riqueza de conocimientos técnicos y culturales, que dieron cuna a futuras civilizaciones. Hoy en día la avaricia de las potencias se disputan un recurso fundamental para este siglo, como lo es el petroleo y los oleoductos que lo transportan a diario. Estas decadentes potencias en pugna son viejos enemigos de la Guerra Fría: EE.UU. y Rusia.
En realidad, ninguno de ellos podría jactarse de inventar y de justificar, - como si lo hace Obama - esta patética política neo-colonialista que afecta a los países sub-desarrollados, en su gran mayoría de América Latina, Europa oriental, Asia y África, condenados por desgracia, a la postración política y económica de por vida.
Los retazos de un imperio que se cuelga de la historia.
Fue el imperio anglosajón: la Gran Bretaña imperial, que dio el puntapié inicial para el desarrollo industrial y del capitalismo salvaje, también fue artífice de todo este neo-colonialismo del siglo XX y XXI, tejió casi todo el mapa de Oriente Medio y de bastas regiones de Asía. Por otro lado también, con la entrada de EE.UU. en la Arena internacional, aparece la rustica política del Gran Garrote que pregonaba incansablemente Franklin D. Roosvelt, y que prometía años de domino imperialista. La política intervencionista que se iba dando en las primeras décadas del 20 por parte de los Estados Unidos para con América Latina y otras regiones del mundo irían dando origen a décadas de dictaduras militares y regímenes títeres de Washington. El uso de la fuerza de un Estado soberano que "defendía" a la civilización, las buenas costumbres y los "valores" de Occidente, contra toda pretensión fascista que pudiera surgir en alguna parte del mundo y afectar los intereses del "legado anglosajón", eran pretextos más que suficientes para entrar en países que no podían defenderse.
La política del Gran Garrote, según Roosvelt, consistía en usar la fuerza para intervenir en algún foco rebelde al designio "civilizador" de los anglosajones, que desde hace décadas, - con la entrada del liberalismo económico y político -, creían tener en sus ideales, la luz que ilumina a una civilización que se jacte de serla como su nombre lo indica.
Ni ellos son una luz salvadora como así quisieron pretender, ni tampoco son el problema de una raíz mucho más profunda.
Las potencias son los verdaderos responsables del actual contexto mundial
Las semillas de la barbarie de un Mundo cada vez más desquiciado y violento, fueron producto de siglos de inculcar el miedo en las sociedades precedentes: convulsiones sociales cada vez más virulentas, revoluciones y contra-revoluciones, guerras civiles, guerras mundiales, etc, Estos desgraciados eventos de la vida humana, fueron siempre resultado de la codicia y de la avaricia desmedidas. La hambruna de los países más pobres y poco desarrollados, la concentración de la riqueza y del conocimiento científico en pocas manos, son y fueron detonantes que se regaron como pólvora, para que luego algo violento estalle, como las dos grandes guerras del siglo XX.
Si el espionaje yanqui suena como el río, es porque algo trae.
El Presidente norteamericano, Barak Obama, no da soluciones al conflicto diplomático con la mayoría de los países por el escándalo de las filtraciones del Wikileaks y que tuvo a la inteligencia norteamericana como protagonista, esto crispa cada vez más los ánimos de convivencia pacífica entre las naciones del globo, porque todos los actores de peso estratégico estaban o son espiados con absoluta impunidad, además, no se dio una respuesta adecuada a las tétricas circunstancias que envuelve a la diplomacia del norte.
La Presidenta del Brasil, Dylma Rousseff, se refirió en duros términos y con preocupación - por la caradurez y soberbia de la diplomacia norteamericana - a la injerencia violatoria del derecho internacional y a la violación de la privacidad de las empresas nacionales brasileñas y de las personas, que fueron espiadas durante años por la CIA y la NSA (National Security Agency), órgano ejecutor creado para ese fin. Estos organismos no fueron modificados, ni erradicadas sus viles prácticas de espionaje, como así pretendieron los países afectados y como sugirieron más de una vez a Obama. El agujero negro de la misma Central de Inteligencia nunca fue intervenido en pos de mejorar una situación cada vez más tensa con el resto de la comunidad internacional.
La Presidenta del Brasil, Dylma Rousseff, se refirió en duros términos y con preocupación - por la caradurez y soberbia de la diplomacia norteamericana - a la injerencia violatoria del derecho internacional y a la violación de la privacidad de las empresas nacionales brasileñas y de las personas, que fueron espiadas durante años por la CIA y la NSA (National Security Agency), órgano ejecutor creado para ese fin. Estos organismos no fueron modificados, ni erradicadas sus viles prácticas de espionaje, como así pretendieron los países afectados y como sugirieron más de una vez a Obama. El agujero negro de la misma Central de Inteligencia nunca fue intervenido en pos de mejorar una situación cada vez más tensa con el resto de la comunidad internacional.
EE.UU. es el que se esta aislando, no Irán.
Obama a pretendido establecer ante el Mundo que la República Islámica de Irán, - por citar un ejemplo -, se está aislando internacionalmente, cuando lo que sucede en realidad es que los Estados Unidos está falto de prestigio y de credibilidad y necesitan un chivo expiatorio como Irán para desviarse del verdadero tema: discutir un sistema que pueda sostenerse y que sea integral para todos, y no tratar de fortalecer uno que es profundamente in-equitativo y que, pronto a caer, no puede sostenerse más.
Los EE.UU. son los verdaderos aislados en este proceso globalizador multi-polar. El aislamiento del que habla Obama para con su enemigo musulmán - mejor dicho de Israel -, es aislarlos de un sistema económico que ha sufrido un golpe mortal - manejado por los poderosos intereses anglo-europeos y sionistas que asaltaron con el poder económico y político a la misma Alianza Atlántica (OTAN) * - y que a pesar de que el imperio económico actual de hoy en día no quiere financiar a un Estado "terrorista" como Irán, si le compran sus materias primas a terceras empresas de dudosa reputación, por lo que la credibilidad yanqui está en un callejón sin salida.
La realidad es una: el Big brother tiene la necesidad imperiosa de mantener el alicaído sistema occidental, pero que en realidad no tiene otro fin que desaparecer de la faz del planeta.
Brasil muestra musculo y el liderazgo en América Latina.
Del espionaje masivo se ha destacado uno de máxima importancia para la Casa Blanca y es el hecho de que la primera potencia espiaba sin reservas, - hasta que se demostró con contundentes pruebas -, a la primera potencia regional: Brasil.
Los EE.UU. saben que Brasil entró al siglo XXI como la única potencia latinoamericana, posicionándose a nivel global con actores geo-políticos de mucho peso, como lo son China y Rusia, más India forman el BRIC, a todo esto, se el suma la importancia en recursos naturales que tiene este gran país del sur, y de la creciente industrialización que se viene dando desde hace décadas, tanto en el plano militar, como en el civil. El Brasil desbarrancó a los EE.UU. como la potencia hegemónica del hemisferio. Los manotazos de ahogado de la deficiente inteligencia yanqui dan prueba de que la super-potencia va quedando relegada a un segundo plano en el continente, algo que el Tío Sam venía viendo y que se daba con lentitud desde hace décadas y que ahora se acelera cada vez más, en el nuevo siglo, a pasos agigantados.
* Para no desaparecer, la mafia anglo-sionista, - en complicidad con las potencias europeas -, tomo para sus intereses al organismo militar atlántico, o mejor dicho, a la policía del mundo para concretar el domino mundial.
Del autor del Blog