El hecho de que los Gobiernos estén presionando a los medios de comunicación respecto a lo que publican es una señal evidente del ascenso del fascismo, afirmó el portavoz de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson.
En su intervención, Hrafnsson aseguró que no le han sorprendido las recientes declaraciones del redactor jefe del rotativo 'The Guardian', Alan Rusbridger, quien afirmó en una entrevista que el Gobierno británico está involucrado en la decisión de exigir la destrucción de los materiales de Snowden.
"No es de extrañar. Hemos estado advirtiendo sobre esto durante años", señaló el portavoz de WikiLeaks.
Aparte del reciente suceso en el Reino Unido, existen otros ejemplos, como la incautación de los registros telefónicos de los periodistas de la agencia AP en EE.UU. o las acusaciones a periodistas que trabajan con confidentes de ser "sus cómplices", lo que significa que también podrían ser procesados.
Aparte del reciente suceso en el Reino Unido, existen otros ejemplos, como la incautación de los registros telefónicos de los periodistas de la agencia AP en EE.UU. o las acusaciones a periodistas que trabajan con confidentes de ser "sus cómplices", lo que significa que también podrían ser procesados.
Asimismo, denunció que los periodistas que trabajan con los filtradores se sienten actualmente intimidados. "Los denunciantes han sido objeto de ataques durante años, ahora los periodistas también están amenazados", subrayó.
A pesar del peligro que corren los 'filtradores', Hrafnsson sostuvo que no dejarán de existir.
"Habrá más y más [confidentes] porque la población está escandalizada con lo sucedido, con la represión al periodismo y con el intento de silenciar a todos los que ponen de manifiesto la mala conducta de los Gobiernos".
También señaló que el mundo está lleno de "periodistas valientes" y que WikiLeaks seguirá defendiendo sus ideales.
"Tenemos que luchar contra todos los intentos de suprimir los principios básicos de la libertad de expresión y la privacidad", concluyó.
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