miércoles, 10 de abril de 2024

Argentina y su intención de ingresar a la OTAN, después de insinuar el envío de tropas a Ucrania

 El ministro de Defensa argentino, Luis Petri, viajaría la semana que viene a la sede de la OTAN en Bruselas para solicitar el ingreso formal a la alianza atlántica.

 El gobierno argentino podría dar un giro de 180 grados en el alineamiento político y militar del país y evalúa pedir el ingreso a la OTAN, el organismo político-militar con sede en Europa, pero digitado por Estados Unidos. 

 La OTAN es una alianza militar internacional creada durante la guerra fría ante la amenaza soviética, que se rige por el Tratado del Atlántico Norte, firmado el 4 de abril de 1949. Con el fin contrarrestar la influencia de la URSS, la OTAN se extendió hasta las fronteras de la propia Rusia.

 La organización constituye un sistema de defensa colectiva, en el cual los Estados integrantes acordaron defender a cualquiera de sus miembros que sea atacado por una potencia externa.

Representación artística de F-16 de la fuerza aerea argentina.

 En el caso de Argentina, este país es aliado extra-OTAN desde 1998, cuando Bill Clinton dio luz verde a la iniciativa de Carlos Menem (1989-1999). El mismo estatus corre para sus vecinos de Brasil y Colombia, pero lo que busca Milei es formar parte del bloque como socio pleno, algo que también intentó Bolsonaro, pero sin éxito. 

 Fuentes cercanas al ministerio de Defensa confirmaron que Luis Petri va a la sede de la OTAN esta semana a presentar la carta de intención para ingresar como socio global de la organización. El paso previo a eso es el de aspirante y se debe iniciar el proceso el Plan de Acción Individual de Asociación (IPAP), que realizan los países que tienen la voluntad política y la suficiente capacidad para tener una mayor relación con la alianza.

 Ucrania, Georgia, Azerbaiyán, Armenia, Kazajistán, Moldavia, Bosnia y Serbia, son los países que han iniciado dicho trámite. Finlandia y Suecia ya completaron el ingreso este año, tras la escalada de la guerra en Ucrania, que ya lleva más de dos años.

 También quieren sumar al país sudamericano a las fuerzas marítimas combinadas, -una flota naval liderada por EEUU.-, algo que la Argentina ya tuvo la experiencia de participar, cuando Menem mandó una pequeña flota de barcos de guerra a la guerra del golfo en 1991. Aquella aventura terminó con dos terribles atentados terroristas, -de los más graves que se han producido en el país-. Primero el de la embajada de Israel en Buenos Aires, en 1992. Y luego el efectuado dos años después, por Hezbollah, contra la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina)

 Milei ha sido claro con sus dos aliados principales. Estos son los Estados Unidos e Israel y no dudó en abandonar la neutralidad y apoyar a Ucrania en la guerra con Rusia o expresar el deseo de trasladar la embajada de Tel Aviv a Jersulén. 

 De todas formas, un eventual ingreso tardaría bastante en efectivizarse, pero de hacerse chocaría con la voluntad de Milei de mandar armas o tropas a Ucrania para pelear con Rusia. Si un miembro de la OTAN hace eso, todos los países miembros deberían entrar la guerra, algo que la organización, -especialmente EE.UU.-, está evitando.


Por Augusto Taglioni


Fuente: lapoliticaonline.com


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