Según algunos especialistas, la Luna sería una gran base reptiliana o nave extraterrestre que llegó hace miles de millones de años.

 Así lo reveló un programa televisivo "Al otro lado", censurado en los 70´s por el gobierno español del dictador Francisco Franco. En este vídeo se puede apreciar una de las misiones norteamericanas en torno a la Luna, - dejando de lado la teoría conspiracionista de que EE.UU. nunca llegó a este cuerpo celeste, y que el "alunizaje" fue filmado en algún estudio de Hollywood por el prestigioso cineasta illuminatti, Stanley Kubrick* -. En este vídeo podemos ver objetos cruzando por encima del modulo lunar, así como también anomalías en el suelo lunar no hechas por la naturaleza. Podríamos hablar aquí de bases extraterrestres en la propia Luna, ubicadas en algún cráter. 

 Filósofos modernos, conferencistas sobre el fenómeno OVNI y destacados ufologos, coinciden en que una raza extraterrestre con millones de años de vida y con tecnología muy superior a la nuestra, utiliza a la Luna como una base oculta a la humanidad, para vigilarnos y estudiarnos desde hace mucho tiempo. Algunos analistas irán más lejos y dirán, - como el prestigioso analista del conspiracionismo David Icke -, que la Luna es lisa y llanamente una nave extraterrestre en donde, como nos muestran los diseñadores de  la cultura popular hollywoodense*, no es un cuerpo celeste como tal, sino un sistema de control para manipular nuestra percepción de la realidad con el fin de volvernos la raza de esclavos de quienes lo están haciendo", y este portal espacial e inter-dimensional que llamamos "Luna", está íntegramente controlada por los reptiles. Para Icke, la matriz lunar crea un universo de realidad-virtual, que simula ser un mundo real cuando no pasa de una mera proyección onírica recreada por la activación del hemisferio izquierdo cerebral.

 Anteriormente y seguramente consultado por este investigador inglés, la llamada Teoría de la Luna artificial fue formulada por Mijail Vasin y Alexander Sherbakov, de la academia soviética de ciencias, que afirma bajo estos enunciados, que la luna no es un satélite natural de la Tierra, sino un “Planetoide hueco” o un planeta pequeño elaborado por una civilización muy avanzada y colocado en órbita alrededor de la tierra hace muchos siglos.

 La describen así: “Probablemente la base tiene una capa doble, un denso armazón blindado de un espesor de unos 30 Km, y sobre él una cubierta menos compacta, una capa más fina, de unos 4,5 Km”.

  Lo cierto es que la información que abunda por Internet y que varios autores y contactados están manejando es cada vez más accesible a todo el público en general. Este podría ser un vídeo más de desinformación si las imágenes no fueran contundentes, pero creo que las mismas hablan por si solas, son impactantes y concluyentes.

 No parecen adulteradas ni montadas, siempre y cuando apliquemos de que tanto EE.UU. como la ex-URSS han llegado a la Luna, al menos durante parte de la década de los 70´s.

La luna Iapetus de Saturno podría haber sido ensamblada intencionalmente hace eones por seres muy avanzados tecnológicamente. Como se puede apreciar en esta imagen, la cordillera que se forma en el medio, está justo en la línea del Ecuador, como si se pegaran dos mitades. Iapetus también fue la luna escogida por el famoso escritor de Ciencia Ficción, Arthur C. Clarcke y por el

masón Stanley Kubrick, - que trabajaba en el cine para los Illuminattis e hizo la  película Odisea en el espacio 2001 -, como el destino de un monolito de 4 millones de años, mucho más grande que el anterior (que aparece en la película), y que al encontrarlo quedan perplejos al quedar en evidencia la existencia de vida inteligente fuera de la Tierra. Para la versión que fue llevada al cine, Kubrick fue obligado a cambiar Saturno por Jupiter por orden de su amo Illuminatti, cambiando así también la luna.

* En Stars Wars (Guerra de las Galaxias) de George Lucas, - otro conspirador hollywoodense al servicio de los Reptilianos-Illuminattis -, se recrea a un satélite de inmensas dimensiones que es una nave espacial, cuyo nombre es la "estrella de la muerte", el mismo nombre con el que se conoce a Saturno (astro adorado por los satanistas y la masonería)